¡Oh, no! Skynet: Una inteligencia artificial logró pasar la prueba de Turing

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Si leíste el título y no te sonó ninguna campana de alerta, no te preocupes. Voy a explicar por qué es tan importante. Los bots dentro de los juegos no están diseñados para ser buenos jugadores, sino para parecer humanos. Después de todo, todos recordamos a las infames máquinas de Perfect Dark en el Nintendo 64, que eran brutales oponentes que rebasaban las capacidades de reacción humanas. Superar la prueba de Turing significa otra cosa: quiere decir que una inteligencia artificial ha alcanzado un grado de complejidad tal que es indiscernible de un humano real.

Y piénsenlo: las máquinas desde hace mucho nos superaron en distintas áreas. En los videojuegos, por ejemplo, es posible programar un oponente controlado por la computadora que nos supere en todos los aspectos y en casi cualquier juego; sin embargo, los desarrolladores no están interesados en algo así. ¿Por qué? Porque no sería divertido. La dirección hacia donde se mueve el diseño de bots es hacia volverlos más semejantes a los humanos y a que se comporten de una forma más natural.

Pues bien, ya con esta aclaración de por medio, les voy a contar qué ocurrió en la competencia organizada por 2K Games. El juego escogido fue Unreal Tournament 4. La competencia no era por ver quién hacía el bot más feroz en combate, sino por hacer el que más se comportara como un humano normal. ¿Cómo definir esto? El método que pensó Turing está conformado, básicamente, por un juez humano. Junto con las armas normales, los participantes humanos tenían una pistola que servía para marcar a quienes ellos pensaban que eran humanos o bots. Curiosamente, hubo participantes reales que obtuvieron un porcentaje muy bajo de “humanidad” en comparación a las inteligencias artificiales.

A fin de cuentas, los ganadores fueron UT^2 y Mirrorbot, este último programado por Mihai Polceanu. El premio fueron unos jugosos $7,000 dólares que fueron repartidos entre los ganadores.

¿Y qué rasgos posee un humano que lo hace tan especial en una partida en línea? Muy sencillo: a veces solemos tomar decisiones irracionales. Un ejemplo perfecto sería cómo nos ensañamos con algún otro jugador que nos mató o las rencillas personales. Somos viscerales y esto es difícil de replicar en términos de programación. Siempre hay un componente aleatorio y no racional que afecta las decisiones que tomamos.

A fin de cuentas, Turing pensó en esto muchísimo antes de que siquiera existiera la primera inteligencia artificial. Y él, listo como pocos, razonó un método para distinguir una IA lo suficientemente avanzada. Jamás podremos entrar a una conciencia ajena y experimentarla en primera persona (al menos por ahora), por lo que debemos depender del output o la salida que produzca su programación. Su comportamiento es el único recurso que podemos emplear para distinguir entre las máquinas y nostros. Bueno, hasta ahora que ya existe un bot capaz de superar esta prueba y ganarle incluso a humanos.

Fuente: PhysOrg.