Los Editores – Never Grow Up en Disneyland

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Un sello que caracteriza a todos nuestros contenidos en Atomix es nuestro slogan, Never Grow Up!, que hace referencia a ese sentimiento que compartimos todos los que conformamos esta comunidad; jugamos videojuegos no sólo por trabajar o hacer negocio, hacemos lo que más nos gusta y no sólo abarca el área de este medio que tanto nos apasiona, sino varios aspectos que nos lleven a tomarlo como un estilo de vida.

Disneyland1Desde que leía Atomix, como todos ustedes, conocí las opiniones de Asher, Claudio y todo el staff que con mucha pasión nos hablaban de distintos temas, y algo que siempre quise vivir fue ese sentimiento que Asher compartía por los parques de diversiones de Disney que desde muy pequeño quise visitar y por una u otra razón no me fue posible hacerlo. Hoy me toca estar del otro lado, y así como recientemente les compartí mi sentir ante mi primer experiencia de E3, otro momento que viví en la misma semana fue alejarme de la realidad por unas horas y sumergirme en ese mágico mundo de Disneyland; esa experiencia no sólo me ayudó a convivir con mis amigos del staff sino que cumplió otro de mis sueños y me ayudó a entender pequeños detalles que están detrás de esa frase que cierra todos nuestros contenidos y que nos impulsa a vivir cada minuto con entusiasmo.

 

La magia de Disneyland

Parques temáticos existen en todo el mundo aunque muchos consideramos como los más especiales los de Disney. En 1955 se inauguró en Anaheim, California, Disneyland, el único parque cuya supervisión estuvo a cargo de Walt Disney, el creador del mundialmente reconocido Mickey Mouse y fundador de una empresa cuyos productos han fascinado a chicos y grandes con historias de fantasía.

¿Qué hace diferente a Disneyland del resto? ¿En dónde radica esa “magia” de la que muchos hablan? Quizá en una inmensa atención al detalle y en el afán de ofrecerte hasta lo más insignificante como una completa experiencia.

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Desde muy pequeño veía en T.V. cápsulas con imágenes de Disneyland y de California Adventure recién inaugurado, siempre quise estar ahí, quizá fue ese deseo acumulado de más de 10 años lo que hizo de mi primer visita a ambos parques fuera algo realmente especial.

Desde que uno se aproxima al parque lo recibe música reconocible como sello característico de Disney, no sabes ni siquiera de donde viene pero los parques se encuentran completamente musicalizados con los temas adecuados para cada una de sus áreas; no es música fuerte, molesta o repetitiva; se trata de una banda sonora que hace que cuando estás en ese lugar te escapes del mundo y te atrapen las historias que te están contando. Lo mismo pasa con los videojuegos; cuando una banda sonora es adecuada, es algo que sólo acompaña tu experiencia inmersiva sin ser molesto y encajando a la perfección con lo que tus ojos están viendo, no la sientes repetitiva en ningún momento.

La atención al detalle también es excepcional; da un poco de tristeza estar sólo dos días y acudir de una atracción a otra para alcanzar a cubrir la mayoría de las mismas en ambos parques. Cuando vez elementos de su arquitectura, inscripciones sobre sus ventanas, jardines perfectos y que hasta el último rincón del lugar está cuidadosamente adaptado para que sientas la inmersión en el mundo fantástico que presenta, dan ganas de invertir días completos en sólo caminar, observar el entorno, sentarse en una banca a descansar y poner atención a miles de detalles incluyendo las famosas siluetas de Mickey Mouse escondidas por todo el lugar.

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La amabilidad de todos sus empleados, encontrarte un encargado de limpieza que casualmente se ponga a dibujar a Mickey con agua en el suelo, escuchar silbar a los trabajadores las melodías del parque con simpatía, la sonrisa de la señora mayor que te atendió en la tienda de souvenirs,  que te pongan un botón si te encuentras celebrando algo, encontrarte un desfile o un show musical en muchos rincones del parque entre muchos otros detalles que podrían parecer insignificantes hacen de los parques de Disney una experiencia realmente mágica.

 

Creer en la magia y la fantasía

Desde sus clásicas atracciones como Piratas del Caribe o Peter Pan en Disneyland hasta las más recientes como Cars Land o Toy Story Mania en California Adventure, hay efectos muy buenos que hacen sobresalir la creatividad de los Imagineers.

Mi buen amigo Franz Chinchot me dijo que una regla al entrar al parque era no preguntarse cómo se lograba un efecto o lo que había detrás de las atracciones, sino simplemente creer y dejarse llevar por lo que uno estaba viendo. Ese consejo me recordó las palabras de mi madre que durante mi niñez siempre me alimentó la inocente creencia en la fantasía que me dio grandes momentos.

Dejarse llevar con alegría por todo lo que uno ve en los parques tal y como lo hace un niño es quizá el toque especial que hace la diferencia entre una visita casual incomodándose por el calor, las filas de espera y el precio de las cosas, a un viaje imaginario a un lugar en el que disfrutaste cada segundo de tu estancia en una experiencia inolvidable.

Tal y como lo resalta la letra de muchas canciones que escuchas en tu visita o en los diversos espectáculos, tu imaginación juega un papel muy importante en la magia de Disneyland y es muy satisfactorio cuando te dejas llevar y vives la experiencia.

Los mejores momentos para mi, llegaron al caer la noche; todo el parque se transformó en un lugar completamente distinto y de ensueño. Los momentos más especiales del día se vieron coronados por espectáculos nocturnos como los Fuegos articificiales, Fantasmic y World of Color. En ellos se materializaron recuerdos de muchas historias con las que crecí y me conmovieron enormemente.

 

Never Grow Up!

BqRiW8wCYAACZ7UOtro elemento que favoreció mi primer viaje a Disneyland fue asistir con el fan más grande de los Disney Parks que conozco: Asher. Además de proporcionarnos una de las mejores rutas para hacer el recorrido, todo el tiempo fue reflexionar en torno a elementos del parque.

Lo que más me gustó fue la comparativa que Asher hace de Disneyland con un videojuego; comentó que la plaza principal de Disneyland donde se encuentra el monumento a Walt Disney, es un Hub de donde salen diferentes juegos que son las distintas áreas del parque. Aquí es donde muchos de los elementos que he venido hablando convergen en la comparativa que podemos hacer con un videojuego bien diseñado. La atención al detalle, el soundtrack bien cuidado y elementos que hacen más inmersiva la experiencia convertirían a Disneyland en un buen ejemplo de la manera en que se podrían hacer muchos juegos.

No faltó incluso la comparativa de espacios como Main Street de Disneyland con espacios virtuales como la ciudad de ensueño de Ken Levine en BioShock: Infinite, Columbia.

Never-grow-upAl final quedó la reflexión que el disfrutar de la experiencia de los Disney Parks con la inocencia de un niño, vivir con intensidad cada atracción, admirar la atención al detalle de los parques, disfrutar el sabor de los deliciosos dulces exclusivos del lugar y ponerse un gorro de Mickey Mouse con alegría, forman parte de llevar a la realidad ese Never Grow Up que forma parte de la esencia de Atomix.

 

Lo importante no es sólo dejar todo eso en el viaje, que como todo, llegó a su fin, sino llevar al vivir diario esa emoción, ese disfrutar de los detalles que nos rodean, ese disfrutar de los videojuegos en los que podemos experimentar sensaciones similares y convivir con los que nos rodean con la misma intensidad. Eso es Never Grow Up.

 

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg