Movie Review – Cars 3

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Pensar en Pixar, casi siempre es tener garantía de calidad, el estudio que revolucionara la animación en 3D y gradualmente se convirtiera en propiedad de Disney siempre se ha caracterizado por una filosofía en la que la historia que se cuenta supera a todo lo demás, con todo y que a nivel técnico suelan tener logros espectaculares también.

A pesar de lo anterior no todo es “miel sobre hojuelas” en su historia, y algunas de sus franquicias han generado enormes ganancias pero no se encuentran precisamente entre lo mejor que nos presenta el estudio a nivel de esas fascinantes historias con las que nos suelen conquistar. Además de su mayor fracaso comercial, The Good Dinosaur (2015), podríamos decir que la serie Cars no ha sido una de las consentidas de la crítica desde que surgió en 2006; aunque en sus inicios hubo buena aceptación general de la cinta que dirigiera el mismo John Lasseter, fue una de las pocas que se quedó únicamente nominada a mejor película animada sin quedarse con el galardón, y es que no a todos les gustó el concepto de los autos parlanchines.

La secuela de 2011 no mejoró para nada el panorama para Cars, quedándose como una de las películas peor calificadas en la historia del estudio y es que luego de la magia de cintas como Up que llegara a ser nominada en la categoría de Mejor Película o secuelas como Toy Story 3 (2010) que también buscara conquistar el máximo galardón en los premios de la Academia con su nominación, la verdad es que Cars 2 que abusó del humor de Tow Mater nos hizo cuestionar el hecho de que Pixar sacara secuelas de sus películas, y se sentía como que ese toque mágico y especial del estudio en esa cinta se hubiera perdido de alguna manera y se empezaran a forzar las cosas.

Disney y Pixar no se han dado por vencido con Cars, a pesar de la crítica negativa de la segunda entrega estamos ante un tercer episodio que llega más de una década después del debut de una saga que a pesar de nadar contra corriente de las opiniones; a nivel comercial ha sido redituable, vamos, ¿a qué amante de los coches –niño o adulto– no le gusta tener entre su colección la enorme cantidad de vehículos animados de Pixar? ¿Quién que haya conocido Carsland en California no se ha maravillado de su forma tan peculiar de retratar el paisaje rural de Radiator Springs y el encanto de la Ruta 66?

La verdad es que aunque Cars no es la mejor serie de Pixar tiene muchas cosas buenas y tiene una buena cantidad de fans que justifican esta tercer película, y prueba de ello es el primer teaser de esta cinta que nos impactó por su toque sumamente obscuro y dramático en el que vemos cómo Rayo McQueen queda destrozado luego de un aparatoso accidente.

Desde ese momento se nos dio a enteder el rumbo que tomaría Cars 3. Adiós a los chistes de Mater, la colorida y predecible aventura conquistando circuitos alrededor del mundo; el mensaje de ese teaser fue claro, Pixar se dio cuenta de lo que no les gustó a sus fans en la secuela de la película original y trató de capturarnos con el mensaje de que estaríamos ante una cinta que retomaría una historia completamente centrada en Rayo McQueen que además nos mostrara esa estrella de las carreras ahora en decadencia.

¿Qué tal el resultado final? Aquí se los platicamos en nuestra reseña libre de spoilers.

Cómo han pasado los años…

Debo confesar que fui de los que lloraron profundamente conmovidos con Toy Story 3, y cómo no hacerlo si en dicha saga toda una generación pudimos vernos reflejados en Andy, personaje que conforme llegaron la película número 2 y 3 creció a la par de nosotros, desde la inocencia de imaginar situaciones maravillosas y tener el juguete consentido en la primer entrega, a ese choque emocional tan fuerte en el que “te haces grande” y algo te obliga a dejar a esos viejos amigos de la infancia. Andy creció con nosotros.

Les menciono lo anterior porque me parece que Cars 3 quiso de alguna manera seguir también esa fórmula, y quizá la comparación directa no es válida con la que para muchos es una de las mayores o la mayor obra de Pixar, pero me refiero a la analogía de que los años han pasado, y no es el mismo ese Rayo McQueen que conocimos hace una década, o el que fue acompañado por Mater en su aventura por Europa, nos encontramos con un personaje en el que el paso de los años ha hecho fuertes estragos en aquello para lo que vive, que es ganar competencias.

De forma acertada el equipo de Pixar dirigido por Brian Fee nos presenta un escenario en el que aquel entrenamiento de McQueen en Radiator Springs quizá no es lo único que se necesita para ganar, en el que sus componentes físicos han sido superados por la tecnología del momento y tenemos vehículos de nueva generación que dominan las pistas. Es así que entramos en un predicamento en el que no hubiéramos pensado estar: aquel héroe de los niños, aquel soberbio McQueen pierde el orgullo para expresar Ka-chow! y se enfrenta a la situación de que quizá es momento de comenzar a acostumbrarse a la derrota o definitivamente necesita hacer cambios dramáticos para volver a ganar.

Ese planteamiento ya es, de entrada, algo muy atractivo; una situación que ya suena más a una historia atractiva de esas con las que nos suele conquistar Pixar y que se aleja por completo de lo que los fans abuchearon en la segunda entrega de la serie. Y puedo decir que al final del día, me parece acertada la manera en que se resuelve una historia que quizá no es de aquellas que te mantienen al filo del asiento o que te conmueve hasta las lágrimas –como Toy Story 3–, pero sí tiene su buen toque de nostalgia regresando a los orígenes de la saga, ese toque de frescura al ver al protagonista enfrentándose a lo desconocido y prácticamente imbatible, también tiene giros importantes en la trama que quizá no se resuelven con el mejor ritmo pero nos dejan con sorpresas no tan predecibles, y finalmente para los pequeños también entrega una buena moraleja mientras que a los adultos nos enseña que aunque el paso del tiempo pueda parecer algo negativo es bueno disfrutar de cada etapa que la vida nos pone enfrente y de todos los retos que nos llegan.

Lo que nos gustó

Si vas al cine a buscar una película agradable a la vista en Cars 3 es difícil quedar decepcionado, y es que una vez más Pixar demuestra que lo que hacen con la animación tridimensional sigue marcando tendencias. Las diferentes texturas metálicas sobre los coches, los efectos en la velocidad de las carreras y toda su acción desenfrenada, se combinan con una exquisita dirección artística que retoma el romanticismo de la primer película por los viajes en carretera y la cultura general del automovilismo que se nota ampliamente investigada; me gustó regresar a disfrutar de paisajes rurales, atardeceres, bares de carretera y la glorificación del pasado de McQueen que finalmente contribuyó enormemente a forjar su leyenda. Los fans de la NASCAR y del automovilismo encontrarán abundantes referencias, voces, personajes y eso es algo muy bueno si asumimos que los amantes de los coches, tanto pequeños como adultos, son el principal objetivo de la cinta.

Me gustó mucho también el diseño de lo moderno y lo futurista, desde el anguloso diseño vanguardista de Jackson Storm, hasta lo increíble que fue ver al incipiente McQueen enfrentándose a modernos simuladores en futuristas en instalaciones de ensueño a las que viajamos como únicamente Pixar lo sabe hacer.

Me gustó que Cars 3 a diferencia de su predecesora, sin ser completamente seria, pasó de tener entre sus elementos principales una cadena de chistes del personaje secundario gracioso a realmente explorar una historia muy personal en la que puedes sentir esa angustia de preguntarte a cada rato ¿cómo McQueen va a poder resolverlo?

En general el guión y el planteamiento de la historia  se siente mucho más cercano a aquellas historias con las que Pixar nos ha conquistado, esas que exploran a profundidad los personajes, esas de los chistes un poco mejor planteados e inteligentes de las abundantes bromas de la segunda entrega. Se nota realmente un esfuerzo por salvar algo que se veía completamente perdido, y eso podría dejar a Cars 3 como la favorita para los seguidores de la serie y si no, al menos como algo que se sienta como una disculpa entre los que sintieron completamente fuera de lugar la aventura de Mater.

Lo que pudo haber sido mejor

Son dos los elementos que me causaron mayor conflicto luego de disfrutar Cars 3, y si hoy esta cinta tiene calificación más baja de los estándares a los que nos tiene acostumbrado su estudio se debe a que me parecen elementos sumamente importantes en la fórmula perfecta a la que nos tiene acostumbrados Pixar.

Lo primero tiene que ver con los personajes, en primer lugar cabe señalar que hay un rompimiento muy radical con viejos conocidos, lo que no es precisamente malo  si lo que buscas es un nuevo aire refrescante para la saga, pero ¿qué hay de los nuevos?

Tenemos buenos aciertos como Cruz Ramirez, mentora y nueva amiga de McQueen, sorpresivamente la evolución del personaje va a la par de la del protagonista y sus historias se acaban entrelazando de muy buena manera. ¿Qué hay del resto? Me decepcionó bastante Jackson Storm como ese rival emblemático que tiene un diseño genial pero que termina siendo muy poco representativo, de igual forma otros personajes secundarios parecían ir tomando fuerza pero se apagaron con rapidez ante una historia muy centrada en los dos protagonistas citados anteriormente, quizá a tal grado de que todas las demás introducciones prometedoras en cuanto a personajes quedaran absolutamente opacados. El contraste de los personajes al final entonces deja un sabor un tanto agridulce; es sumamente positivo presentar una situación difícil para McQueen como nunca antes lo habíamos visto y que se complementa con la manera en que Cruz Ramírez va creciendo, por otra parte cualquier introducción prometedora entre los automóviles parlanchines se apaga de forma fugaz y así se sienten desaprovechados muchos de sus recursos.

La segunda queja tiene que ver con el ritmo general de la cinta. Sin hacerles ningún tipo de spoiler no me gustó que aunque inicia de forma interesante con sus planteamientos claros, nos va subiendo poco a poco en una trama que va creciendo de forma positiva, llega a “distraerse” con una que otra situación que parecieran alejarnos del punto central. Lo más duro llega en el momento en que llegado el clímax y te has dado cuenta que quizá la cinta ha invertido demasiado tiempo para llegar ahí que la resolución final de la historia, y uno de sus más interesantes giros, llegan de forma tan apresurada hacia la última parte que terminan dejando un sabor mixto en el que aunque entiendes la moraleja, esa recta final no deja de sentirse apresurada y fuera de un buen ritmo. Ahora que la disfruten quizá sepan a lo que me refiero.

Comentarios finales

Soy seguidor de la serie y me he dado cuenta que me gusta mucho más de lo que hubiera pensado, y a todos los que piensen estar en una situación similar a la mía puedo decirles que pueden estar tranquilos, Cars 3 es definitivamente un regreso fuerte y hasta inesperado, de forma positiva, para la serie.

Visualmente es espectacular como todo lo que nos presenta Pixar, toda su investigación, referencias y recursos para satisfacer al amante del automovilismo y de NASCAR en específico está muy bien logrado.

El planteamiento central de la historia que pone a McQueen en una situación complicada ante los nuevos coches llega a ser tan interesante y sorpresivo como aquel choque del teaser y el póster que a todos nos impactó, es muy positivo explorar a profundidad un par de personajes y dejar una buena moraleja aunque algunas fallas en el ritmo nos hacen sentir que la serie, si bien se ha acercado con esta tercer entrega muchísimo más a lo que nos tiene acostumbrados Pixar, tampoco llega a consolidarse como una de sus mejores obras.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg