Los videojuegos no pueden ser considerados arte… todavía

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La discusión es larga y difícil. ¿Son los juegos arte? El gurú de arte (?) Ekow Eshun afirma que, en su forma actual, los videojuegos no pueden ser considerados arte; sin embargo, eso no significa que no sean una manera válida de entretenerse. La discusión no es trivial.

Eshun fue director del Institute of Contemporary Arts y debatió el tema en el programa Today (no confundir con Hoy, por lo que más quieran) de la BB Radio 4. Y, no sé, cómo me gustaría tener programas de esa calidad en nuestro país. ¿Una discusión con un especialista en arte sobre los videojuegos en la radio? Por desgracia, nuestros medios están muy lejos todavía de hacer algo que no sea amarillista o populismo. En fin, la discusión se desarrolló así:

“No, no son arte y creo que probablemente no intentan ser arte tampoco. Los videojuegos son entretenimiento. La mayoría de las cosas que disfrutamos en la vida son entretenimiento. Muchos libros, muchísimos programas de TV y películas no son arte. Eso no los hace malos, los hace muy amenos.

“Yo sugeriría que las cosas que realmente consideramos arte son las que nos permiten hacernos preguntas profundas sobre quiénes somos, cómo vivimos y el estado del mundo que nos rodea. Creo que la mayoría de los juegos no llegan a ese punto, y es importante elevar mucho esa medida.

“Creo que lo más probable es que, en algún punto, habrá juegos que pregunten esas cuestiones profundas. Sugeriría que eso no está pasando ahora, de la misma forma en la que el 98% de las películas, los programas de TV y la música tampoco alcanzan ese nivel.

“La mayor parte del arte visual no llega a ese estado de ‘arte’ por sí misma. La mayoría de las cosas que disfrutamos, admiramos y nos gustan son muy buenas, pero en realidad no están en ese preciso y alto nivel en el que lo que nos comunican cambia cómo vemos el mundo de una forma significativa y profunda.”

Eshun tiene varios puntos válidos. La discusión, si bien es prematura (los videojuegos son, en términos históricos, un medio muy nuevo), ayuda a definir lo que tanto amamos. No importa si para el mundo los videojuegos no son arte, estoy convencido de que el tiempo se encargará de validarlos; la ola de juegos indie ha influido mucho a la industria. A principios de siglo los filmes eran una curiosidad, hoy tenemos a Wong Kar-wai y a Fellini. Si bien la mayoría de los títulos AAA apuntan más a las experiencias cinematográficas interactivas, no podemos desechar los esfuerzos de personas como Jason Rohrer o el mismo Jonathan Blow, quienes con sus juegos han intentado hacer esas difíciles preguntas.

Una vez oí decir: quien lee para aprender lecciones fáciles de vida o escapar de la realidad, está leyendo por los motivos equivocados. Me gustaría completar la frase con un: quien juega para escapar de los problemas del día, lo hace por las razones equivocadas. Quiero juegos, no para olvidar que tengo una vida, sino para apreciar más cabalmente la realidad que me rodea.

Fuente: Eurogamer.