La música y el juego, diferente de la música del videojuego

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¿A cuál arte se parece más un videojuego? Es una pregunta, que sin ser necesaria nos dará un lugar dónde empezar; digo que no hay indispensabilidad en nuestra pregunta porque un arte no requiere cimentarse en otro para justificarse. La respuesta fácil, la esquina más común, es en la cinematografía, pero sería importante replantearnos qué tan válida es esta comparación sobre una con el teatro, la ópera o la escultura. Una de las razones por las que buscamos el paralelismo en el cine es por la proximidad entre ambos artes, los dos se han generado con la tecnología posterior a la revolución industrial y hay algo más de un siglo de distancia entre ambas incursiones humanas; sin embargo, lo que genera la relación más directa es al mismo tiempo aquello que más distancia crea entre ambas disciplinas, a saber, que funcionamos con público, pero en la parte del cine somos espectadores nada más y en el juego tomamos parte de la historia e interactuamos de forma directa con el entorno.

Con lo que hasta aquí hemos dicho podemos ver que el puente entre ambos artes es más bien artificial sólo por un mal entendido en la función que cumple quien observa y juega. Que sea un vínculo armado por confusión no significa que sea inválido, pues todas las Bellas Artes comparten el vínculo de ser canal de una expresión… de una experiencia.

¿Qué pasaría si comparamos un juego con la música?

Y es que la comparación con la música es más compleja de llevar y seguro nos perderíamos en el camino pensando sólo en la parte sonora del video juego, es decir, con su banda sonora, efectos, diseño y mezcla. Pero todos los aspectos anteriores conforman una parte del total de lo que significa la obra, en ocasiones pueden funcionar como mecánica principal y en otras como médulas de otras mecánicas en las que se vuelvan indispensables. Los ejemplos de los casos anteriores serían: un juego de ritmo como Guitar Hero y escuchar los pasos de los chasqueadores en The Last Of Us, respectivamente.

Aunque la música de la obra la podemos separar y apreciar por sí misma, no se trata de la comparación que estamos buscando debido a que lo que nos interesa es comparar una obra completa contra otra igual, vistas desde todas sus aristas, es por eso que vamos pensar más en comparar un disco completo de una banda con video juego, así podremos entender más lo que realmente necesitamos. En discos como The Dark Side of The Moon encontramos la coherencia de pistas que requerimos, pues en su conjunto forman la unidad, lo más parecido a la ópera en la expresión popular. Con esto debemos entender que analizamos la obra en totalidad y no cada una de las piezas. No vemos Time distante de Us and Them, de la misma manera no vemos en MGSV las actuaciones de voz separadas de la captura de movimientos y la banda sonora.

Esta paridad la remarco pues no es tan fácil comparar algo que es meramente auditivo, en sentido físico, de algo que corresponde al sentido que más ha privilegiado la historia de occidente: la vista. Lo complicado de la dualidad se disuelve cuando nos damos cuenta que en realidad estamos ante un entramado de expresión y que podemos entender a ambas de una manera parecida.

Música y video juegos.

Cuando la música funge de eje central del cual se derivan complementos hechos en otras artes estamos hablando de una obra interdisciplinaria, ¿sería este el caso de Guitar Hero? Pues no, en el caso del juego de ritmo lo principal es la mecánica de juego, el atinar a botones haciendo uso de memoria muscular, y la música funciona de forma principal sin ser el objetivo primero de la obra. Digamos que para que sea el objetivo primero de la obra sería necesario que alguien compusiera un disco el cual como complemento se pudiera jugar, pero que fuera pensado desde su origen en ambos ámbitos siempre y cuando le de privilegio al primero.

Cuando pensamos en el aspecto musical de los video juegos siempre es en sentido unlitareal, es decir, pensamos en sus bandas sonoras y la composición de éstas para las obras de entretenimiento digital; sin embargo hay un diálogo entre las artes y en la actualidad tenemos artistas que experimentan con distintas disciplinas para expresarse, en este caso se abre el segundo camino y es el video juego para expresar música o como un complemento de la experiencia, pero visto desde el punto en que la obra audible es el eje principal.   

Tenemos un ejemplo muy cercano en el tiempo, que fue la exposición de AR de la cantante Bjork en nuestro país. Es cierto que en sí la forma no corresponde a un video juego, en tanto tal, pero sí corresponde a una aproximación llena de matices a la esencia de este nuevo arte. Esta misma cantante ya había tenido acercamiento a estos aspectos con la aplicación que lanzó hace unos años para móviles, y la cual muy seguramente pueden encontrar aún. También la banda Radiohead había hecho algo similar para el lanzamiento de su King Of Limbs, usando la misma fórmula que pudimos ver en la cantante anterior.

Como un agregado no dejamos escapar el juego que se hizo para la exposición de reinterpretaciones a la obra El Jardín de Las Delicias de El Bosco, que se expuso hace más de un año en el museo Carrillo Gil de la Ciudad de México, este caso lo podríamos considerar un juego en sí, pues tenía mecánicas y objetivos concretos, además de forma anecdótica los controles estaban formulados para el NGC controller. Me gustaría compartir con ustedes un par de videos que tengo de tal obra; sin embargo, estaba prohibido grabar, yo lo hice porque necesitaba analizarlo después, pero por respeto al autor y las indicaciones no haré uso ilícito de su trabajo. Así que de momento guardaremos la esperanza de que en algún momento podamos contactar al desarrollador para que nos cuente de su interpretación y sea él mismo quien nos muestre lo que hizo.

Es importante nombrar que también la herramienta con la que se ejecutan los juegos ha sido usada como instrumento para la composición musical y esto ha tenido una repercusión en la cultura popular, pero en este caso hablamos puramente de música ya que no obedece a la segunda experiencia. Sólo lo remarcamos para que no quede de lado y sabiendo que su investigación corresponde puramente al crítico de música y quizás a la psicología y sociología.

¿Qué sucede cuando un álbum musical es un videojuego también?

El caso más reciente en esta escena de juntar disciplinas lo encontramos en una de las bandas más propositivas y transgresoras del momento, Alt-J es un grupo proveniente del Reino Unido y formado por estudiantes de Bellas Artes. Su música se caracteriza por sonidos muy cuidados y discordantes; disonancias complejas y llenas de melancolía, a todo eso debemos sumar sus letras las cuales están inspiradas en poemas, temas de la vida cultural e historias de películas de “culto“.  Después de esto que escribo es difícil disimular que es uno de los grupos que más me emociona en la actualidad y por mucho la banda que más escucho de esta generación.

Su primer disco, An Awesome Wave, les mereció ganar el Mercury Prize que galardona al mejor álbum del Reino Unido cada año, lo que hizo ganar notoriedad internacional a la banda y particular forma de escribir, sobre todo por sus temas que se alejan de lo más común en la escena actual. El segundo, This Is All Yours, fue una continuación total de su primer trabajo… que parecería más ser parte de la misma primera obra que una completamente distinta. Ahora hace poco más de un mes presentaron su tercer trabajo llamado Relaxer y hay algo que salta a la vista, a continuación la portada del disco para que lo puedan identificar, vean el cambio en las portadas, en la tercera tenemos algo que es parecido.

 

 

La referencia en la portada es realmente oscura, pero corresponde a una captura de pantalla de LSD: Dream Simulator, un juego que fue lanzado en 1998 para PlayStation original, una obra de culto del medio que sin ser la máxima expresión de las capacidades creativas propone el juego por el juego mismo, lo que lo convierte en una experiencia lúdica y onírica. El arte del disco fue visto por unos como un robo total, pues no se intervino en nada la captura de pantalla y se presenta tal y cual es.

La historia de cómo llegó esa imagen a una portada es muy simple, los integrantes dicen conocer poco de los video juegos, pero es más por decirse no expertos sino fans, porque una banda cuyas referencias son las expresiones culturales en general, cuyo vocalista usa constantemente una playera de Doom y que conozcan esta obra incomprendida del PSX algo deben saber sobre este medio, pero muy mesurados y atinados han distanciado su conocimiento, en parte para no subirse a la moda de la cultura digital.

Pero la cuestión no se encuentra en la portada nada más sino que la banda se contactó con Osamu Sato para pedirle el permiso de usar su obra y que además hiciera una nueva versión para navegador de su obra LSD la cual tuviera como eje central el interactuar con los mensajes del nuevo disco y las letras de las canciones. Como parte de la promoción del álbum se presentó un video con el mensaje 00110011 01110111 01110111 que está en binario y al pasarlo a cadena de caracteres es 3WW, el primer tema del disco y además luego toman este código como letra para una canción basada en la obra In Cold Blood de Capote y que lleva el mismo nombre, todo esto presentado con captura original de LSD el de 1998, para más tarde permitir que se jugará una versión simplificada y nueva de la obra.

LSD: The World of RELAXER, es el nombre que lleva la experiencia en línea que pueden jugar aquí, conserva lo oscuro y violento, mentalmente hablando, de la obra original de 1998 y más que darles un resumen me gustaría que lo probaran para que experimenten por ustedes mismos.

Yo voy a dejar esto aquí con la idea de poder entablar un diálogo.

 

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg