Hands-On: NeverDead

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NeverDead es una experiencia febril y libre de culpas, todo gracias al high concept de este juego: un protagonista inmortal. Esta idea constituye el marco perfecto para una historia interesante y a la vez ilumina cada uno de los elementos de la producción. Probamos el más reciente demo de NeverDead y estamos ante un videojuego que cierra los ojos, toma impulso y con una sonrisa se lanza a un precipicio. En una industria en la que cada vez los estudios toman menos riesgos y en cambio se avientan con tres paracaídas de repuesto, NeverDead es una proeza.

En NeverDead tú controlas a Bryce Boltzmann, un caza demonios que después de un enfrentamiento con Astaroth, el rey de los demonios, pierde a su esposa y queda convertido en un ser inmortal. Desde entonces y a través de los siglos lo único que ha hecho es matar monstruos. Esta motivación del personaje queda plasmada y justificada perfectamente en una divertida experiencia repleta de acción.

NeverDead rompe un gran paradigma en los videojuegos: la muerte. Dado que el protagonista es inmortal, no importa cuánto daño reciba o cómo se vea afectado por el ambiente, siempre regresará por más. Los enemigos te arrancarán extremidades, podrás ser aplastado por escombros o despedazado cuando explote un tanque de gas, no importa, nada puede destruirte. Prácticamente todas las mecánicas del juego giran en torno a esta premisa.

El simple hecho de que no tengas que preocuparte de que tu rendimiento no vaya a ser el adecuado y mueras te da una libertad para hacer prácticamente lo que quieras. El saber que no hay un riesgo latente te genera un estado mental que se transmite o que, más bien, se convierte en la experiencia de juego.

Precisamente, en NeverDead la palabra clave es libertad. Una libertad de tomar las más trepidantes decisiones sin que nadie (el juego) te diga: “No, lo estás haciendo mal, te van a matar y tendrás que empezar desde el check point”. Aquí se trata de jugar por el simple hecho de jugar y divertirse.

Aun así, existen mecanismos para que no todo sea un completo estado de libertad. Un buen flujo de satisfacción necesita de ciertos puntos de tensión para que la recompensa se mantenga siempre activa. Durante el juego debes proteger a tu compañera humana, la sexy Arcadia, porque ella sí puede morir y si esto ocurre tendrás que reiniciar desde tu último punto guardado. También, habrá algunos enemigos que si permites que devoren tu cabeza quedarás atrapado en su interior por toda la eternidad y tendrás que volver a empezar una sección. Sin embargo, estas mecánicas no son abrasivas y al contrario, son como pequeños silencios que sirven para acentuar una melodía hermosa.

Cada vez que empieces a ser dañado, un indicador en forma de ojo aparecerá en la pantalla y cambiará de color de acuerdo a tu deterioro. Esto sirve para saber si estás a punto de perder una extremidad. Si recibes un daño excesivo, literalmente te desarmarás y solamente podrás controlar tu cabeza. Para recuperar las partes de tu cuerpo deberás arrastrarte hacia donde estén y rodar por encima de ellas para que quedes completo nuevamente.

Habrá algunas secciones en las que requieras controlar únicamente a la cabeza, porque solamente de esta forma abrirás una puerta o activarás un interruptor. En el demo, durante el recorrido del nivel, los objetivos a cumplir están claramente señalados pero no te dicen cómo realizarlos. Te dan la suficiente libertad para que explores un poco y veas cómo avanzar a la siguiente sección, pero tampoco hay una ambigüedad visual que te haga perder minutos invaluables tratando de adivinar qué hay que hacer a continuación. Casi siempre hay un tono o detalle visible (estilo Bioshock) que sirve como una guía sutil para tu recorrido.

El dinamismo de la acción proviene de las diferentes opciones que tienes para destruir a los demonios. Puedes utilizar armas de fuego con municiones casi ilimitadas para agujerar a cuanto enemigo quieras o por el contrario, sacar tu Butterfly Blade y desplazarte ágilmente rebanando todo. Pero aún hay más, ya que NeverDead busca que seas creativo en el combate.

Tienes la posibilidad de interactuar con bastantes elementos del escenario: destruir pilares para que techos completos caigan sobre los enemigos o dañar objetos para que exploten y causen daño a los demonios. También, puedes arrancar brazos de tu cuerpo para que sirvan como granadas y dado que se pueden regenerar, siempre tendrás contigo un abastecimiento ilimitado de explosivos.

Existe un sistema para comprar nuevas habilidades que sirven principalmente para personalizar a Bryce de acuerdo a tu estilo de juego. Es un aglomerado de opciones verdaderamente flexible y no un “tengo que adquirir las 150 habilidades si no mi personaje no está completo”. Y puedes comprar las mejoras con la experiencia adquirida por estar destruyendo demonios o al agarrar una especie de globos rojos repartidos a lo largo del nivel que te dan experiencia.

Así es, NeverDead es un videojuego sofisticado que nunca pierde su objetivo, cuyo fin es brindarte una experiencia única y agradable. Dado que solamente jugamos el demo, no podemos saber cómo se desenvuelve la historia o la progresión íntegra que tendrá el juego del inicio al final. Pero si finalmente mantiene el estándar de calidad mostrado en el demo, será una obra digna de estar en nuestra repisa y con la que pasaremos bastantes horas entretenidas jugando.

NeverDead será publicado por Konami y estará disponible en Norteamérica el 31 de enero del año próximo. Saldrá para Xbox 360 y PS3.