Hands On – De Samuráis, Red Mages y Final Fantasy XIV: Stormblood

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Final Fantasy XIV sigue expandiendo sus horizontes. Luego de la increíble recepción que ha tenido Heavensward – su actual expansión – a lo largo de estos últimos dos años, Square Enix se encuentra lista para complacer a los fans con Stormblood, un nuevo contenido con el que planean llevarnos a vivir nuevas aventuras en las regiones del lejano oriente del mundo de Hydaelyn.

Hace unos días tuvimos la oportunidad de asistir a un evento especial en el que Square Enix nos permitió jugar un adelanto de esta expansión y en la cual se incluían algunas de sus adiciones y cambios más interesantes. A continuación te compartimos nuestras impresiones de Stormblood, expansión que se lanzará el próximo 20 de junio.

“NOTA: Todo el contenido evaluado durante el evento sigue en desarrollo y está sujeto a cambios.”

Más allá de ser una gran expansión que extenderá el mundo de Final Fantasy XIV, Stormblood es un proyecto ambicioso con el que Square Enix planea corregir varios de los errores que siguen presentes en el juego y modificar muchos de los rubros que, saben, necesitaban transformarse cuanto antes para así mejorar la experiencia de juego. Todo ello con la intención de volver a éste un MMORPG mucho más acccesible para cualquier tipo de jugador.

Lo primero que note de Stormblood fue que su interfaz principal de juego lucía distinta y que tenía algunos cambios perceptibles que la hacían ver más limpia y simple, sin tantos contenidos que atiborraran la pantalla y con íconos mejor ordenados y hasta más definidos. Y es que si había algo de lo cual precisamente muchos usuarios se quejaban era precisamente de que que la presentación de sus controles se sentía algo compleja y no tan amigable, en especial para quienes apenas se iniciaban en el título.

Voy ser sincero: como tal no me considero un jugador asiduo de títulos MMORPG debido, entre otras cosas, a que me suelen estresar los controles que éstos manejan. Por ello, no les miento cuando les digo que lo que vi en Stormblood me dejó muy complacido ya que su interfaz me pareció de lo más práctica y sencilla de comprender. Sí, dominar sus menús y todas y cada una de sus acciones requiere de tiempo, pero en verdad me sorprendí al ver lo rápido que me acomodé a la nueva presentación de sus mandos.

Una vez iniciado mi tiempo de juego lo primero que hice fue probar los Jobs nuevos que aquí se incluyeron – el de Red Mage y Samurai – y, al hacerlo, comprobé algunas de las sospechas que tenía de ambos. Empezando por el guerrero japonés éste es un trabajo que se especializa en el combate de corto alcance y que hace uso de ataques y técnicas con la katana. Aunque muchas de sus agresiones requieren que nos acerquemos al enemigo, su nivel de fuerza es inmenso y es casi una garantía que sus golpes causarán un enorme daño en sus oponentes. Además, cuenta con acciones de meditación que aumentan todavía más su fuerza. Si aprendes a manejarlo puedes hacer de él un verdadero monstruo.

Por parte del Red Mage, éste consiste de un trabajo híbrido enfocado enteramente en el DPS y que puede agredir tanto a corta como larga distancia. Comparado con el samurái el nivel de daño que éste hace es menor aunque esto lo ve compensado con una amplia gama de técnicas y magias que puede combinar con sus cortes de espada para así mantener una distancia considerable de sus adversarios. Por mucho, éste es quizá el más técnico de ambos aunque no por ello significa que sea difícil de manejar.

Una vez probado los Jobs me lancé a explorar algunas de las nuevas áreas que se incluirán en la expansión. La primera que visité fue la de la ciudad de Kugane, un nuevo Hub central con estilo oriental en el que se darán cita muchos jugadores para interactuar. Lo que más me gusto de ésta fue la manera en la que se encuentra estructurada ya que cuenta con varias calles, niveles y lugares para visitar y en las que incluso es posible encontrar secretos o secciones ocultas con varias personas para charlar, tiendas para comprar municiones o equipo, o hasta misiones para aceptar. Si son amantes de las culturas china o japonesa, estoy seguro que Kugane les fascinará.

Otra de las locaciones que visite fue la de The Peaks que se localizaba al norte del mapa y que estaba conformada por varias secciones montañosas y un clima árido. Ésta zona fue en la cual puse a prueba a los Jobs nuevos debido al simple hecho de que aquí se encontraban una buena cantidad de los enemigos y bestias que podía combatir, los cuales no está demás decir que se encontraban a niveles altos y requerían ser enfrentados de diversas maneras.

Si bien solamente se me permitió merodear por esta extensa área que conformaba a la región y no se me dejó acceder a varias de las áreas que colindaban con ella, la impresión que The Peaks me dejó fue la de que será una sección en la que se realizarán varias de las misiones de cacería y una que otra de la historia. En verdad me habría encantado explorar más allá de sus limites pero, al menos lo que vi, me agradó y dejó una sensación de querer adentrarme más en sus zonas ocultas.

Por último la última sección que visité fue la del Ruby Sea, misma en la que se me permitió probar dos de las nuevas mecánicas de juego que Stormblood añadirá: la de nadar/bucear y la de montar dragones marinos. Siendo honestos ésta área fue la que quizá menos cosas me ofreció para ver debido a que, como ya dije, estaba diseñada para dejarme probar las nuevas funciones. Sí, nadar con todo y traje de baño o navegar en aguas profundas montado sobre un dragón (¡y hasta un chocobo!) fue muy entretenido, pero en verdad siento que de aquí no pude ver nada relevante. Por ello creo que ésta fue el área de la cual más incógnitas y curiosidad me generó. Eso sí, no niego que los ambientes y paisajes subacuáticos que vi lucían impresionantes.

Posterior a mi primera sesión de juego que se enfocó en mostrarme los contenidos que ya les expuse, me dispuse a realizar una más enfocada en Shisui of the Violet Tides, uno de los calabozos que podremos explorar en equipo dentro de la expansión. Aquí fue en donde ahonde más en todos los cambios que se realizaron tanto en la interfaz del combate así como en las barras (HUD) de cada Job, mismas de las cuales comprobé de primera mano la forma visual en la que éstas simplifican lo que acontece con nuestros personajes y la manera en la que se desempeñan en la batalla.

Pero regresando al calabozo en sí, Shisui of the Violet Tides fue una pequeña probada limitada (y ciertamente restrictiva) que apenas y me dejó darme una idea de los raids que llegarán Stormblood. Como tal éste me condujo junto a otros tres compañeros a adentrarnos a un palacio submarino increíblemente detallado en el que nos enfrentamos a una gran cantidad de enemigos y jefes poderosos. Como ya te podrás imaginar la única manera de hacerles frente era mediante el trabajo en equipo y con la adopción de diversos jobs que nos permitieran adoptar estrategias variadas para múltiples situaciones.

En sí el reto que nos ofreció el calabozo fue notable y, salvo por algunas complicaciones, lo logramos superar. Por desgracia y aunque disfruté mucho jugarlo, algo que no me gustó del mismo fue su estructura lineal; prácticamente lo único que hacíamos era avanzar por un único camino para irnos topando con oleadas de enemigos a los cuales enfrentar. No me malentiendan, sé que muchos raids y calabozos suelen contar con una estructura similar pero, al menos en este caso, me habría encantado ver uno en el que, además de combatir, se tuviese que explorar un poco más para encontrar la ruta que nos condujera con el jefe.

Finalmente y un aspecto que me fascino del demo que jugué de Stormblood fue el alto detalle con el que se trabajó su presentación. Desde sus increíbles y coloridas animaciones – tanto cinemáticas como de combate – hasta su impresionante diseño de escenarios y personajes o su música sorprendente con toques orientales, hicieron que mi sesión de juego fuera placentera. Stormblood en verdad consiguió adentrarme a su mundo sin muchos problemas y de una manera como pocas veces había sentido dentro de una versión de prueba de un juego.

Si he de ser honesto Stormblood me dejó muy sorprendido tanto por su magnífica presentación y majestuosos escenarios como por todas sus geniales adiciones y más que bienvenidas mejoras a sus controles. Pese a que fue breve el tiempo que pasé con la expansión lo que probé me hizo darme cuenta que todo mundo quedará complacido con ella; tanto los jugadores veteranos que seguramente exprimirán al máximo todos sus contenidos, como los nuevos que sentirán que Square Enix les ha facilitado todo para volverlos usuarios recurrentes de su exitoso MMORPG. Ahora sólo resta esperar hasta el próximo 20 de junio para así lanzarnos al lejano oriente del mundo de Hydaelyn y conocer el resto de las sorpresas que ahí nos aguardan.