En la actualidad lanzar una nueva IP (propiedad intelectual) en una industria como lo es la de los videojuegos puede resultar un movimiento arriesgado. En el pasado hemos sido testigos de cómo varios estudios que se aventuraron a lanzar propuestas originales no terminaron precisamente en los mejores términos; o acabaron en una situación por demás comprometedora o, incluso, en la bancarrota. Son contadas las desarrolladoras que, ante un mercado ciertamente hostil como lo es el de hoy en día, pueden darse el lujo de lanzar un proyecto tan ambicioso e innovador.
Ubisoft, uno de los denominados gigantes de la industria, es precisamente uno de esos estudios que tiene dicha posibilidad. De hecho, es uno de los que más suele aceptar el riesgo de crear nuevas franquicias. El próximo año, la empresa francesa hará gala de esa fama al lanzar For Honor, una IP totalmente nueva que intentará demostrar que los proyectos inéditos sí pueden tener futuro si es que se les dota con bases sólidas.
Recientemente y con motivo de su próximo estreno tuvimos la oportunidad de entrevistar a Jason Vandenberghe, director creativo de For Honor, quien nos platicó un poco de la manera en la que ha sido el camino y proceso de desarrollo de esta nueva propuesta.
Un juego que lleva varios años en la mente del creativo
Jason Vandenberghe es un hombre que desde muy temprana edad supo cuales eran dos de sus más grandes pasiones: los videojuegos y las culturas guerreras. Según nos pudo platicar el creativo,durante su infancia y juventud siempre disfrutó de ambas cosas y soñó con algún día dedicar su vida a algo en lo que pudiese combinar a ambas como una manera de sobrevivir. For Honor es precisamente ese proyecto con el cual Vandenberghe busca cristalizar su meta.
Llegar a este punto en el cual su anhelado proyecto está prácticamente listo y a punto de salir a la venta no fue algo sencillo o que se consiguiera en un par de años. Es más, los orígenes de éste se remontan mucho más allá del momento en el cual inició el proceso de desarrollo del juego, a una época en la cual Jason todavía soñaba con poder crear su propio juego de culturas guerreras hace más de diez años.
En palabras del director, For Honor es un juego que ha tenido en mente desde hace más de una década, pero del cual pudo comenzar a desarrollar hasta hace apenas unos cinco años, justamente cuando Ubisoft le dio la oportunidad de crearlo. Previo a ese momento, Vandenberghe dedicó buena parte de su tiempo a estudiar culturas guerreras y a analizar la compatibilidad que todas éstas tenían para la creación de un juego. Es por ello que, una vez que consiguió la aprobación de la productora francesa, el creativo ya tenía en mente una idea más que clara de lo que quería hacer.
En un inicio Jason supo que las clases que veremos en For Honor (vikingos, caballeros y samurái) eran las más compatibles entre sí y fue por ello que les dio siempre preferencia frente a las demás. Aunque con el paso de los años fue estudiando la posibilidad de incluir a más y diversas clases, al final del día reconoció que lo más recomendable para el juego sería mantener esa idea que desde el inicio sabía se prestaba para crear algo sólido.
La importancia de las clases
Cuando se reveló For Honor durante la conferencia de Ubisoft en 2015, muchos se quedaron impresionados aunque eso no evitó que algunos se sintieran un tanto desconcertados por el limitado número de facciones disponibles. Vandenberghe sabe que lo que la gente quiere en el juego es tomar el control de varios tipos de guerreros diferentes pero, en su opinión, considera que lo que el juego ofrecerá bastará para dejarnos una buena impresión.
En total serán tres las facciones que veremos en For Honor, todas y cada una de ellas especializadas en un estilo de combate distinto y con sus propias clases. Por un lado se encuentran los caballeros medievales, los cuales se distinguirán por ser de los más balanceados de todos con sus clases Warden y Conquerer. Por el otro también están los samurái, especialistas en el combate rápido y ágil pero con menor fuerza y cuyas clases son las de Kensei y Orochi. Finalmente están los vikingos, guerreros de gran peso cuya principal fortaleza será la fuerza bruta pero que sufrirán en cuanto a velocidad; sus clases son Raiders y Berserkers.
Gracias a la manera en la cual estructuraron las facciones con sus estilos de combate y clases, el director creativo sabe que las opciones de jugabilidad que tendrá For Honor bastarán para que los jugadores puedan entretenerse por un buen rato mientras encuentran al guerrero que más se acomoda a su estilo de juego. Más que cantidad, lo que encontraremos en el juego será calidad.
Los modos de juego, pieza fundamental del proyecto
Pese a lo exhaustivo que fue crear a cada una de las facciones, Vandenberghe reconoce que esto de nada serviría si el juego no cuenta con un gameplay y modos que pudiesen demostrar las características de cada uno de éstas. Por ello y como plato principal, es que decidió incluir una campaña que servirá tanto para introducir a los jugadores al mundo medieval de For Honor como para demostrar que éste se desarrolla dentro de un universo coherente. Vamos, servirá para que nos demos cuenta de que no se trata de una idea sacada de la manga.
Otro apartado con el cual Ubisoft nos demostrará las bondades del juego será por medio de sus modalidades multiplayer. En total habrá cinco modos distintos en los cuales podremos batirnos a duelo con los demás jugadores tanto de manera amistosa como competitiva. Será por medio de éstas que sacaremos a relucir todo lo aprendido de la campaña y en donde puliremos aún más nuestro estilo de juego.
El futuro de For Honor, en manos de los jugadores
For Honor es un juego que Jason conoce a profundidad, lo cual no es de extrañar si consideramos que él fue el responsable de la creación de su concepto desde hace ya varios años. Por ello y aunque muchos le han cuestionado por los aparentes limitados contenidos que éste tendrá, el creativo sabe que lo que hay en él bastará gustarle a los jugadores. En todo el tiempo que estuvimos con él se mostró confiado de ello.
Sin embargo y teniendo en cuenta los modelos de negocios actuales, resulta imposible no preguntarse por el futuro de la naciente serie. ¿Qué es lo que le depara a For Honor en un mercado que se está acostumbrando al consumo masivo y acelerado de productos y contenidos? Por el momento no hay nada contemplado más allá de este proyecto; es más, Vandenberghe admite que por ahora no ha pasado por su mente la posibilidad de crear nuevos contenidos y/o DLC ya que su objetivo principal es el de terminar de pulir el juego para así tenerlo listo en su lanzamiento.
Aún así no es como si el director se estuviese haciendo de la vista gorda en lo que respecta al futuro de su juego. Si bien es cierto que por ahora ni él ni su equipo han pensado tan siquiera en la posibilidad de hacer una secuela, Jason reconoce que Ubisoft le pediría hacer una nueva entrega si es que el juego llega a ser un rotundo éxito. No es algo que le extrañe, sino simple lógica de negocios; si tu juego triunfa es obvio que te pedirán más de él.
Dejando de lado esta posibilidad, el director creativo ha preferido dedicarse de lleno a terminar ese juego con el cual soñó por varios años. Por lo que ha visto durante todos estos años Vandenberghe se muestra seguro de que el producto que nos entregará logrará cumplir las expectativas de todo mundo. Es por ello que en este momento no le preocupa lo que será de la franquicia en el futuro. Sin embargo y si ésta llega a despuntar, admite que no le intimidaría el reto de hacer una secuela. Pero como todo en esta industria, eso es algo que el tiempo y el dinero decidirán.
