Feature – El gran reto de hacer Uncharted: The Lost Legacy

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Uncharted: The Lost Legacy es un juego que tomó a todos por sorpresa. Apenas habían transcurrido poco más de seis meses del lanzamiento de Uncharted 4: A Thief’s End cuando, de la nada, Sony soltó la bomba de que estaba trabajando en una entrega nueva de la serie. Su repentino anuncio fue algo que desconcertó a muchos ya que nadie se imaginaba que un estudio de la talla de Naughty Dog se atrevería a mostrar tan pronto algo nuevo de una serie tan cuidada como Uncharted; mucho menos cuando consideramos que, para ese entonces, ya se sabía que laboraban en otro proyecto de gran magnitud como The Last of Us Part II.

¿Qué fue lo que motivo al estudio a animarse a hacer y lanzar un nuevo capítulo de su afamada serie tan pronto? Aunque hay muchos factores de por medio, se podría decir que hubo uno que tuvo enorme peso e incitó su desarrollo: la curiosidad por probar nuevas ideas. Hace unos días tuvimos el gusto de entrevistar a Shaun Escayg y Kurt Margenau, directores de Uncharted: The Lost Legacy. En nuestro encuentro los creativos nos platicaron un poco sobre las motivaciones que los condujeron a no sólo crear un nuevo juego de Uncharted sino a darle forma y a tomar los riesgos que tomaron en éste.

La historia de Chloe, una de tantas posibilidades

Si hay algo que le fascina hacer a Naughty Dog es tomar riesgos e intentar cosas nuevas, no tanto por el hecho de querer innovar o marcar tendencia, sino porque les fascina intentar crear cosas que jamás han hecho o que vayan más allá de sus expectativas. The Lost Legacy es un claro ejemplo de ello puesto que en él los desarrolladores se atrevieron a tomar varias libertades que, probablemente, no habrían adoptado si hubieran seguido una línea de desarrollo similar a la que tuvieron con las entregas previas.

Uno de los primeros retos que adoptaron fue el de crear una historia nueva que abordara a un personaje distinto a Drake pero que tuviera el potencial de equipararse a las aventuras del valiente aventurero. Al momento de su planeación consideraron varias opciones que iban desde ideas muy predecible – como una primera aventura con Sam en Brasil o una búsqueda protagonizada por Charlie Cutter – hasta otras un tanto más complejas – como una historia que narrara los origines de Sully y los motivos que lo condujeron a adentrarse en el mundo de los caza tesoros -.

La variedad de premisas que contemplaron en Naughty Dog fue muy amplia pero, al final, se inclinaron por una que era protagonizada por Chloe, por mucho la más interesante que pudieron forjar y una que se prestaba para la experimentación. Una vez elegida, el equipo puso manos a la obra para así estructurar el juego, aunque rápidamente se toparon con un desafío mayor. ¿Cómo le darían forma a éste?

Regresar a la serie para contar una historia sin Nathan Drake no fue el mayor reto con el que se encontraron los creativos, sino el de estructurar una trama que resultara interesante y convincente. Por suerte, el perfil enigmático que hasta ahora tenía Chloe contaba con un enorme potencial que les ayudó para explorar múltiples propuestas e ideas. Fue así que, en un proceso de un año, el equipo de Naughty Dog inició un proceso de prueba y error constante en el que experimentaron con varios conceptos e ideas hasta dar con los que mejor se ajustaran a la narrativa.

Una de las ideas que precisamente se acoplaron a la perfección fue la adición de Nadine Ross, enemiga del juego anterior y cuyo perfil compaginaba con el de Chloe. A los creativos les pareció curioso observar que, pese a sus diferencias, ambas compartían muchas similitudes y eso fue algo que en definitiva quisieron explorar: la manera en la que dos personajes familiares pero complejos podrían relacionarse en una historia que exploraba una cultura tan enigmática como la hindú que, a su vez, guardaría una estrecha relación con ellas.

Un mundo abierto de posibilidades

Una vez estructurada la historia, el siguiente paso fue trabajar con el gameplay y la estructuración del mundo, apartados con los cuales ya tenían una idea más o menos clara de lo que querían hacer. Según nos explicaron los directores, una vez que acabaron con el desarrollo de Uncharted 4 el equipo que se trasladó a The Lost Legacy se puso inmediatamente a trabajar en la optimización de las técnicas y mecánicas de juego hasta hacer que éstas pudieran ofrecer algo nuevo y que al mismo tiempo se jugará mejor. De ahí que aspectos como el manejo del gancho o la exploración en las secciones abiertas se sintieran más pulidas que en el juego anterior.

Retomando el tema del mundo abierto, tanto Escayg como Margenau admitieron que les representó un gran reto crear una sección de este tipo en el juego ya que jamás habían trabajado con ellas, o al menos no en la extensión que lo hicieron. Sin embargo, se animaron a experimentar un poco con ello ya que contaban con el deseo de probar con varias ideas que les dejasen aportar y complementar a la narrativa. Si sentían que una sección de mundo abierto ayudaría a mejorar la historia, entonces no se opondrían a analizar su inclusión; al final del día, ésta les funcionó a su objetivo.

A Naughty Dog le tomó más o menos un año aterrizar el concepto del juego y poco más de año y medio para darle forma y ajustarlo a los parámetros que tenían de producción. Ciertamente el progreso que hicieron fue veloz y, gracias a dicha velocidad, se percataron rápidamente de la magnitud de éste. Uncharted; The Lost Legacy era un proyecto muy ambicioso, uno que buscaba explorar muchas ideas y que no sólo quería narrar una historia más de caza tesoros. Por tal motivo, los directores confiesan que no les fue muy difícil darse cuenta de que éste no podía quedarse como una expansión – que era su idea original –  y que debía convertirse en un juego completo. El resultado que obtuvimos al final sustenta muy bien dicha creencia.

Finalmente y para dotarle ese enfoque de juego nuevo, Naughty Dog implementó en éste el modo multiplayer que vimos en Uncharted 4 como una medida con la que buscarían unificar la experiencia de ambos juegos. Si bien The Lost Legacy tenía lo necesario como para mantenerse de pie por sí sólo y sin la necesidad de recurrir al último juego de Drake, los desarrolladores no querían crear una brecha entre ambos títulos y los jugadores mismos. Con la inclusión de éste, resolverían otro conflicto que bien podría haber derivado en la exclusión de aquellos usuarios que no hubiesen jugado uno u otro juego.

Mirando hacia el futuro

Aunque fugaz, el proceso de desarrollo de Uncharted: The Lost Legacy representó un gran reto para Naughty Dog. Crear un nuevo juego en tan poco tiempo y dotarlo con los recursos necesarios para hacerlo sobresalir no fue una tarea fácil pero, al final del día, se convirtió en una oportunidad de oro que el estudio valoró enormemente por todas las enseñanzas que les dejó.

¿Ahora, qué es lo que viene para el estudio? De acuerdo a los directores, por el momento todos en Naughty Dog se encuentran concentrados en el desarrollo de The Last Of Us Part II y es por ello que nos afirmaron que no tienen otro proyecto entre manos. Con tal de garantizar que la secuela de la historia de Ellie y Joel tenga la calidad que buscan es que han decidido no trabajar en algo paralelo.

Bueno, si pudieron crear un juego tan sorprendente como lo fue Uncharted: The Lost Legacy en tan poco tiempo, no nos podemos imaginar lo que harán con un título al que le han estado dedicando varios años. No dudamos que será igualmente o hasta impresionante.