Feature – El genio de Fumito Ueda

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La expresión a través de mecánicas

Los videojuegos son un medio sumamente especial. La forma tan íntima en la que nos involucran con sus mundos es algo que ni la literatura ni el cine pueden conseguir, esto por medio de una interacción directa con la obra en cuestión. A pesar de que se podría pensar que esto es algo natural dentro del medio, actualmente vemos a un montón de grandes productoras apostando por insertar elementos no propios de los videojuegos dentro de sus creaciones, como por ejemplo, elaboradas y costosas cinemáticas para reforzar una narrativa. Fumito Ueda, uno de los grandes nombres del desarrollo moderno, ha hecho toda clase de esfuerzos para demostrar que es posible expresar sentimientos y emociones a través de una mecánica de juego a lo largo de tres impresionantes títulos que han pasado a la historia.

Muy probablemente podríamos decir que Ueda saltó a la fama cuando en 2005, el PS2 recibió a Shadow of the Colossus, juego que hacía gala del potencial de la consola por todos los logros técnicos que tuvo. Además, fue una obra que capturó un montón de sentimientos como nunca antes nos había tocado ver. Desde fuertes golpes de adrenalina tras salir victoriosos de un largo combate, hasta una inmensa tristeza por haber terminado con la vida de un ser majestuoso, todo esto usando sólo mecánicas puras de juego, nada de cinemáticas ni de elementos de otros medios. Nos encontramos a más de una década del estreno original de este clásico y ahora, nos ha llegado en una preciosa nueva versión para el PS4. Por tal motivo, decidimos repasar la carrera, influencia y visión de su autor.

Artista desde un inicio

Dicen que todos nacimos para algo y que de alguna manera, contamos con un talento inherente que tarde o temprano saldrá a la luz. Nacido en 1970 en un pueblo cerca de Nagano, Japón llamado Tatsuno, se dice que Ueda desde muy temprana edad, mostró gran interés por las bellas artes, sobre todo por la pintura. Él mismo ha descrito que su paso por la escuela fue bastante caótico, pues prefería estar dibujando todo clase de cosas en lugar de atender lo que sus maestros decían.

Tras terminar su educación básica con notas no tan altas a inicios de los noventa, Ueda consigue ser admitido en la Osaka University of Arts, lugar en donde encuentra un espacio para potenciar el talento que había demostrado desde muy pequeño. Para 1995, el ahora diseñador consigue graduarse con muy buenos resultados, pues durante sus años de preparación, mostró interés por otras disciplinas como por ejemplo, la creación de videojuegos. Poco tiempo después de salir de la universidad, el autor de Ico conoce a Kenji Eno, músico que recientemente había fundado WARP, un estudio desarrollador de videojuegos. Éste lo invita a trabajar con él en un nuevo proyecto.

Así, Fumito Ueda se une a la industria de los videojuegos al trabajar como animador en Enemy Zero, un survival horror para el Sega Saturn que se publicó en 1996. El juego recibió reseñas generalmente buenas, rondando los 80s de calificación. Ueda describe su experiencia trabajando en este juego como “muy ardua” pues el pequeño equipo que lo creó, tuvo que trabajar una gran cantidad de horas extra para cumplir con fechas de entrega.

Lo sobresaliente que fue el trabajo de Ueda en Enemy Zero llamó la atención de algunas miradas como por ejemplo, la de Sony. Para 1997, el desarrollador se une a SIE Japan Studio en donde se le brinda su propio equipo para trabajar en una IP completamente nueva, esto claro, después de presentar el concepto general que llevaría a la creación de Ico, considerado su primer juego.

Después de dos años bastante complicados en desarrollo, el proyecto se empezó a salir un poco de control por las ambiciones que tenía. Originalmente se pensaba lanzar Ico en el PlayStation, pero luego de que Ueda viera las posibilidades del Emotion Engine corriendo en el PS2, se decidió mejor apuntar a esa consola. Al final, la obra terminó expresando lo que su autor quería y así, nació un nuevo grupo de fans.

Prácticamente desde que Ico fue terminado, el ahora llamado Team Ico comenzó con el desarrollo de Nico (Next Ico), el cual, evidentemente se terminaría convirtiendo en Shadow of the Colossus. Luego de un durísimo proceso de selección, en donde se dice que Ueda rechazó a más de 500 candidatos, se definió al equipo de 35 personas que estuvo detrás del desarrollo de este título publicado en 2005 para el PS2. El juego causó sensación entre la crítica especializada y poco a poco, el nombre de Ueda se convirtió en uno de los más reconocidos del medio y por supuesto, en uno de los que ya no saldría del foco público, con todo y que su trabajo seguía atacando a un nicho muy específico de jugadores.

Cuatro años pasaron desde la legendaria llegada de Shadow of the Colossus cuando en E3 de 2009, por fin conocimos en qué había estado trabajando Ueda durante todo ese tiempo. The Last Guardian era una idea totalmente nueva que apuntaba a presentar la inteligencia artificial más avanzada en la historia del medio. El diseño de Trico se le empezó a salir de las manos al equipo desarrollador, causando que el proyecto cayera en el famoso “development hell” por varios años. En diciembre de 2011, el autor anuncia su salida de Japan Studio, avivando los rumores de que el juego había sido cancelado desde hace tiempo.

A pesar de que Fumito Ueda funda su propia compañía llamada genDESIGN en 2014, su contrato para terminar The Last Guardian seguía vigente. En E3 de 2015, Sony da pruebas de que el título sigue con vida y con notable progreso al mostrar un impresionante gameplay, devolviéndonos la esperanza a todos los que seguimos esperando el trabajo de este autor. Tras un nuevo retraso, el juego por fin se lanza en el PS4 el 6 de diciembre de 2016, es decir, casi 10 años después de que comenzara su desarrollo. El resultado ya todos los sabemos. Una grandísima obra que una vez más nos recuerda por qué es que este diseñador japonés es tan especial.

Videojugador asiduo

Pensar que alguna de las celebridades del medio no es un consumidor constante de videojuegos resulta complicado, pues como cualquier otra clase de artista, estos creativos requieren de ciertas influencias para poder aportar su propia visión. Fumito Ueda es un videojugador asiduo, el cual, siempre busca mantenerse actual y a la vez, aprender de todo lo que se ha hecho en el pasado. Esta visión nos da como resultado a un autor sumamente culto que toma inspiración de distintos frentes.

De acuerdo con Ueda, desde niño sintió fascinación por todo lo que le rodeaba, sobre todo por las cosas que tuvieran vida y de alguna manera se movieran. Sus veranos estuvieron ocupados capturando animales de distintos tipos cuando estaba fuera de casa, pero asegura que su verdadera pasión era ver anime, cine y claro, jugar videojuegos. En otra entrevista, aseguró que de no formar parte de la industria de los videojuegos, igualmente le hubiera gustado ser artista clásico o al menos trabajar en la creación de contenido que expresara sentimientos.

Una de las consolas favoritas de Ueda es el Sega Mega Drive, en la cual, pasó la mayor parte de su adolescencia y adultez . También contó que a inicios de los noventa se hizo de una Amiga, máquina que en su momento era poco común en Japón. Hablando de manera concreta de la series que más lo impactaron, el autor siempre ha mencionado que su trabajo es producto del enorme amor que le tiene a cosas como The Legend of Zelda, Virtua Fighter y Prince of Persia.

Cuando se le pidió que describiera sus juegos en una sola frase, Ueda señaló que sus obras son “diseñadas por sustracción”, en donde primero diseña justamente cómo es que se comportará el título como videojuego para después, unir sus partes con pedazos de narrativa. El japonés ha señalado en más de una ocasión que el gameplay tiene que estar por encima de cualquier otro aspecto del juego, por lo que se tiene que ver como base y fundamento de todo videojuego, y no como otro elemento más.

Su trabajo en números

Al igual que pasa con muchas de las series consideradas como más importantes del medio, podríamos tener la percepción de que los juegos de Fumito Ueda son éxitos comerciales, pero la realidad es que siempre han sido para un nicho bastante específico de videojugadores, esto claro presumiendo clasificaciones bastante altas entre la crítica especializada.

Empecemos con el tema comercial para darnos una mejor idea de en qué punto están parados los juegos de Ueda. Ico, publicado en 2001 para el PS2, luce unas nada impresionantes ventas que no lograron superar ni el medio millón de copias en todo el mundo. La primer gran obra del japonés apenas colocó en manos de usuarios 470 mil ejemplares. Por su propia naturaleza más universal, se podría considerar que Shadow of the Colossus sí fue un éxito comercial. Lanzado en 2005 en el PS2, este juego vendió poco más de un millón de unidades alrededor del globo.

Vale la pena mencionar que en 2011, el PS3 recibió una versión remasterizada en HD que venía con Ico y Shadow of the Colossus, la cual, consiguió vender 1.34 millones de copias, número bastante aceptable si uno considera lo que se había venido dando en los últimos años con los juegos de Fumito Ueda.

Por su parte, The Last Guardian, lanzado en 2016 para el PS4, lleva paso bastante firme, colocando en el mercado 1.23 millones de copias, número que por supuesto, es bastante mayor a lo que muchos estaban esperando. Si sumas todos los productos que hay en el mercado de Fumito Ueda actualmente, tienes que al menos del lado de copias físicas, su trabajo ha vendido cerca de cuatro millones de juegos, esto claro, a lo largo de tres entregas originales y una remasterización. Esperemos que ahora con la nueva versión de Shadow of the Colossus para PS4, este número se incremente de manera considerable.

Pasando al lado de las calificaciones que otorga la prensa y crítica especializada, tenemos datos muchos más alentadores. Ico, por ejemplo, promedia un 90 dentro de Metacritic, mientras que la versión original de Shadow of the Colossus presume un 91. Su nueva versión se encuentra en 92 actualmente. Del lado de The Last Guardian vemos un 82, probablemente por algunos de sus problemas de cámara, aunque te aseguramos, ésta también es una obra que desborda calidad por todos lados.

Si juntas estas cuatro calificaciones y les sumas el 92 que tiene la remasterización que vimos en el PS3, tenemos como promedio 89, nota verdaderamente alta. De esto podemos concluir que quien ha consumido las obras de Fumito Ueda, sabe perfectamente de su manufactura y altos estándares de calidad. Sí, sé que estamos hablando de sólo tres juegos originales, pero nos sobran ejemplos de series que comenzaron de manera sensacional y que para cerrar su trilogía, perdieron por completo el rumbo.

¿Qué le sigue?

Desafortunadamente, artistas como Fumito Ueda tienen un complicado camino por delante gracias a lo turbulenta que se ha vuelto la industria. Las súper producciones cada vez son menos viables y la ruta de los independientes tiene más amenazas que oportunidades. Poco tiempo después de haber anunciado la apertura de genDESIGN, el diseñador nipón declaró que le gustaría trabajar en un FPS… sí, por más extraño que esto suene. El padre de Ico aseguró que Half-Life 2 sería su principal fuente de inspiración.

De manera complementaria, a inicios de este 2018 en el sitio oficial de genDESIGN, se liberó una imagen conceptual (la puedes ver a tu izquierda) de lo que podría ser su nuevo juego. En ella vemos a una delicada niña o mujer al lado de lo que parece ser un monstruo, todo en un fondo negro. De primera instancia, nos hace pensar que se trata de algo muy con el corte de las obras de Ueda, pero como te comentábamos, éste ha declarado en más de una ocasión que quiere hacer algo totalmente distinto a lo que ha hecho hasta ahora.

Seguramente falta bastante para que sepamos en concreto de qué se trata lo nuevo de Fumito Ueda y quién es el que lo está apoyando, pues estamos seguros que la ventas de The Last Guardian no pagaron la década que estuvo en el horno, dejando a Sony con pocas ganas de volverse a aventurar en algo por el estilo. Esperemos que al menos se mantenga en los altos estándares de calidad a los que nos tiene acostumbrados.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!