El CEO de Kaxan Media Group aprovechó recursos federales para sus proyectos personales

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La Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, CANIETI, está encargada de promover el desarrollo de este sector en el país. Ricardo Gómez Quiñones fue su presidente durante tres años, según su perfil de LinkedIn. Esto no tiene nada de malo. El objetivo de este organismo es promover el desarrollo de la industria electrónica, de telecomunicaciones y tecnologías de la información. Para hacerlo, el gobierno federal y estatal lo fondea. Hasta aquí, todo bien, salvo por una omisión importante: posterior a su cargo en CANIETI, Ricardo Gómez financió durante dos años con unos 20 millones de pesos del Programa para el Desarrollo de la Industria del Software (Prosoft) sus propios proyectos por medio de familiares suyos, a pesar de que esto está explícitamente prohibido por las reglas de operación del programa.

A continuación los detalles y nuestro comentario editorial al respecto.

Tiene sentido: no podrán ser beneficiarios del programa cónyuges o parientes por afinidad de cualquier funcionario, miembro, socio o prestador de servicios que formen parte de la operación de Prosoft. Y, sin embargo, la empresa llamada Las Aventuras de Jorge y Pedro recibió ocho millones de pesos para realizar la película El Misterio de la Calavera. El problema es que Jahel Reynoso Gómez, la esposa de Ricardo Gómez, es una de las accionistas de dicha compañía, según lo indica el acta constitutiva, que fue registrada el 29 de julio del 2010.

Otro beneficiario de la Prosoft fue el Kermestival, que recibió 3.2 millones de pesos para desarrollar el juego Fiesta Town, que fue parte de los productos ofrecidos por la compañía Kaxan Games. Aunque Gómez había dejado la presidencia de la CANIETI unos meses antes, los apoyos se concretaron poco tiempo después. Para octubre del 2010, Kermestival había recibido otros 4.8 millones de pesos para el desarrollo de un videojuego de PS3. Poco tiempo después, recibiría otros cuatro millones de pesos para un proyecto relacionado con dispositivos móviles.

En Kermestival participan como accionistas dos cuñadas del empresario: María del Rocío Reynoso y Abril Stephani Reynoso, quien también es administradora de relaciones públicas y mercadeo en Kaxan Media Group, compañía que engloba a Kaxan Studios, Kaxan Games y Kaxan Campus. Recordemos que Gómez es el CEO de esta empresa, dedicada a desarrollar, a través de sus divisiones, películas, series animadas y videojuegos como El Chavo y Taco Master.

El mismo Ricardo Gómez admitió en una entrevista que la implementación de los apoyos de Prosoft fue “una estrategia para echar a andar proyectos que funcionan”. El problema es que esos veinte millones de pesos estaban destinados no para el provecho de un solo grupo empresarial, sino que tenían como objetivo promover el desarrollo nacional de empresas de este sector. Para que una empresa reciba apoyo del programa Prosoft deberá responder a la convocatoria y concursar de forma equitativa y sin favoritismos por la ayuda. Que varias empresas del grupo familiar de Gómez hayan recibido los beneficios de este programa no sólo es un movimiento poco ético, sino que trunca la posibilidad de compañías que concursaron sin favoritismos por desarrollarse y fomentar la competitividad de este sector.

Este embrollo sin duda alguna es un capítulo negro en la historia de la industria tecnológica y del desarrollo de viedeojuegos de nuestro país. Los jueces que decidan quiénes son los beneficiarios de financiamientos como el de Prosoft deberían ser imparciales y atenerse a sus propias reglas. Los programas son creados para apoyar a las personas que merecen el financiamiento y no a los “cuates” o familiares de los funcionarios encargados de administrarlos. Por desgracia, este es un ejemplo más de lo mal administradas que están muchas de nuestras instituciones y programas gubernamentales de nuestro país.

Si se preguntaban por qué la industria de los videojuegos en nuestro país avanza lentamente, en esta noticia podemos comenzar a buscar pistas. ¿Cuántos jóvenes emprendedores y empresas que buscan consolidarse pierden la oportunidad de desarrollarse por culpa de estos malos manejos de recursos públicos? ¿Cuántos juegos no pudieron realizarse con esos veinte millones de pesos?

Fuente: Grupo Reforma.

Al parecer, la nota original (Gana la familia con Prosoft), fue una investigación de Grupo Reforma y, después, fue publicada en la página web de CANIETI.

La entrada en CANIETI ya no carga; sin embargo, desde el caché que almacenó Google tomamos una captura de pantalla: