E3 es un lugar extraño. Embriagada de información, la prensa siempre está en un extraño shock de extrema felicidad contrastada por extrema decepción. Todo en un mismo día.
Entre citas, hands-on rápidos y caminar por pasillos llenos de juegos, nuestras mentes se nublan con temas inútiles que no nos permiten ver los juegos con claridad. Por ejemplo, ¿qué chingados hacemos dedicando tanto tiempo a algo tan ajeno a nosotros como SmartGlass? La mayor parte de la conferencia de Microsoft se dedicó a mostrar estas nuevas características del Xbox 360 y, como suele suceder en ese lunes del infierno, nos es imposible digerir toda la información que se nos acaba de dar. Es por eso que, durante el pasado E3, me dediqué a depurar todo lo inútil que rondaba por mi cabeza mientras caminaba por esos pasillos.
Entre tantos anuncios y juegos, pareciera que Halo 4 no tuvo la exposición que merecía. Hay un síndrome de las secuelas que no es nada saludable. Por una parte, siempre es bueno cuando alguien decide hacer nuevas propiedades intelectuales —como Watch_Dogs— y, por otra parte, la percepción general de una secuela siempre se asocia a lo familiar; sin embargo, en algún punto, nos creemos nuestras mentiras de lo que nosotros pensamos que es Halo 4 o cualquier otra secuela.
Quienes aún disfrutamos de Halo también perecemos de este mal. Antes de llegar a la conferencia de Microsoft, Halo 4 era un Halo que no estaba desarrollando Bungie. Mis espectativas de lo que íbamos a ver no eran muy altas. Pensé que sería un Halo: Reach con Master Chief y nuevas misiones.
Microsoft ha hecho un buen trabajo dando seguimiento a Halo. Creo que, contrario a lo que sucedía anteriormente, ahora consideran a Halo un hijo, como si fuera Word o Excel. Sin embargo, entre tantos productos de 343 Industries (llámese libros, juegos de mesa, peluches y demás parafernalia), mi sentir fué que Microsoft estaba ordeñando la franquicia sin poder presumirnos lo que realmente vale. En esta industria, lo más importante siempre (siempre) serán los juegos.
No importan los anuncios. No importan los tráilers. No importa si el creador de un juego demandó al publisher porque no le pagaron o si tuiteó algo que toda la prensa hace grandísimo. Es más: no importa sin un güey le pone 9.9 de calificación. Lo que en realidad importa son los juegos. Si a la industria no le queda claro eso, por lo menos a los que jugamos nos queda muy claro que, por más dinero que le metan en anuncios, lo que más importa siempre será nuestra experiencia con el juego, lo que sucede en nuestras pantallas y el vínculo con nosotros. Todo lo demás es irrelevante.
Es por eso que este texto está dedicado a recordarles que Halo 4 es uno de los mejores juegos que tuvimos el placer de ver y jugar en este E3.
Halo 4 no es hijo de Bungie. Es algo nuevo. Se siente nuevo, casi como si fuera un reboot de la serie. Quienes disfrutamos de Halo conocemos bien el mérito de un multijugador que nos ha divertido por casi 11 años, pero, quienes no le han dado seguimiento, sienten ajena cada entrega. A menudo escuchamos a alguien preguntar “¿ya en cuál van?” y no los culpo. Los FPS son quizás el género más común en la industria en que vivimos. Muchos se han ido de Halo para navegar por otros mares y muchos han encontrado un hogar en una era postHalo.
¿Qué pasó? ¿Cuándo dejó Halo de llevar el estandarte del género?
La respuesta fácil sería decir “Call of Duty”, pero la verdad es que hay varias razones para ello. El mundo en que vivimos ha cambiado drásticamente en estos 11 años. Tal y como muchos desarrolladores no tuvieron la gracia para saltar del 2D al 3D, Bungie no tuvo la gracia para dar un salto generacional entre el Xbox y el Xbox 360. Tal vez Halo: Combat Evolved era un juego de la generación de consolas en que vivimos actualmente. No por nada, el año pasado jugamos como si nada la edición de aniversario. En sus entrañas, Combat Evolved sigue siendo uno de los mejores FPS de la historia. La piel que le pusieron encima sólo ayudaba a que fuera aún más digerible para el público actual.
Halo 3, ODST y Reach fueron títulos excelentes para la franquicia, pero su mayor pecado fue que no mostraban un cambio claro. En su to-do list no estaba palomeada la tarea de ser los juegos más impresionantes de la generación (tal y como Halo y Halo 2 lo hicieron en el Xbox). Gráficamente, Halo 3 era inferior incluso a juegos en la consola que solían jactarse de ser los reyes. Vamos, al día de hoy, no hay ni un sólo Halo en nuestras consolas en 720p.
Por supuesto, su genialidad sigue estando presente. Los tres últimos títulos han superado a su antecesor y, aunque somos un nicho grande quienes disfrutamos de la serie, dudo mucho que el grupo haya crecido.
Las primeras imágenes de Halo 4 que vimos en la conferencia me recordaron lo diferente que es Halo a todos los demás FPS. En un mundo donde el realismo es la moneda, me da gusto ver tan presente la ciencia ficción que Halo nos brinda. Más de uno lo ha comparado con Metroid Prime (lo cual es bastante obvio, debido a que hay exmiembros de Retro Studios trabajando con 343 Industries). Digamos que Master Chief se ha convertido en un ícono de sano badassismo.
Halo 4 nos trae algo nuevo. Aunque amo a la mayoría de los covenant, no puedo evitar decir que cada bala que disparo hacía un Brute, Elite, etcétera, va perdiendo la novedad.
Bastaron los primeros momentos que vimos en la conferencia para que 343 curara mi alma y la llenara de esperanza por este nuevo Halo. Debo confesar que sentí rarísimo ver a Master Chief apuntándole a algunos covenant debido a que, como bien saben, SPOILER ALERT, los covenant ya no son nuestro enemigo). El demo nos pone en una situación donde queda claro que los covenant actúan de maneras mucho más orgánicas. Nuestro primer momento con ellos pareciera que realmente los estamos tomando por sorpresa.
Esta nueva trilogía —Reclaimer Trilogy, como le llama 343— tiene nuevos enemigos. Rápidamente dejaron claro que no son los covenant. Estos enemigos son formas de inteligencia artificial creada por los Forerunner. A los primeros que nos enfrentamos son cuadrúpedos que podrás eliminar de un sólo tiro. Como si fueran las “palomitas” de los Flood, atacan en grupo como si fueran compsognathus. El segundo enemigo es bípedo y mucho más inteligente. Además, tiene a alguien que lo protege. En el demo de la conferencia, cuando Master Chief usa una granada, se la regresan en su contra. Es claro que el combate cuerpo a cuerpo será algo muy presente en Halo 4. Basta ver cómo por unos instantes Master Chief deja las armas a un lado y su puños aparecen en los bordes de la pantalla.
El sólo hecho de tener nuevas armas con tecnología Forerunner debería de ser suficiente para emocionar a cualquier fan de la serie. Más tarde Halo 4 se va tan lejos como para usar un visor para escanear a los enemigos. No por nada, el público lo compara con Metroid Prime.
No hay nada de malo en inspirarse en otras obras. Por ejemplo, no veo a nadie quejándose de que Uncharted se parezca a Tomb Raider, que también se parece a Indiana Jones, que se parece a las primeras aventuras de Scrooge McDuck, que se parece a las historias de Pulp Fiction. ¿Entienden mi punto?
Hasta lo que hemos visto y probado, Halo 4 pinta para tener un mundo mucho más abierto que sus predecesores. Por lo mismo, los enemigos se comportan de maneras distintas. El enfoque del modo de campaña no deja fuera al multijugador, pues los dos son uno mismo.
También tuvimos la oportunidad de ver los planes que tiene 343 respecto al contenido postlanzamiento. Al igual que una serie de televisión, tendrá contenido semanal gratis. Las Spartan Ops son episodios semanales que constarán de minimisiones que tendrán una historia paralela al modo de campaña del Master Chief. En este modo, los jugadores cooperarán hacia un mismo objetivo en lugar de competir. Frank O’Connor dejó claro que 343 piensa darle seguimiento a Halo 4 para mantenerlo presente en los jugadores.
Casi todo lo que vimos en E3 son juegos que saldrán en el 2013 y me da mucho gusto ver juegos como Halo 4 y Assassin’s Creed 3, que llegarán a nuestras consolas en este 2012. Estén tranquilos de que un nuevo Halo 4 está en buenas manos. Es, repito, uno de los mejores juegos que vimos en el E3 de este año.
