Desde mitad de los ochenta, al mirar dos décadas en el futuro, el estilo y monotema de la obra de Tom Clancy han encontrado gran aceptación: desde los lectores a los videojugadores.
Hay figuras que son controversiales en algunos círculos y bien aceptadas en otros. No sólo se trata de contar con las credenciales o habilidades necesarias, sino saber moverse entre cada ámbito. Tom Clancy, fallecido esta semana a los 66 años de edad, es un ejemplo de alguien que logró sacudirse los estigmas y acusaciones de muchos, y con el paso de los años coronarse como uno de los escritores más exitosos de su tiempo.
Desde edad temprana, Thomas Leo Clancy mostró inclinación por escribir, lo que posteriormente lo llevó a estudiar literatura inglesa. Sin embargo, su carrera como autor publicado comenzó ya cerca de los cuarenta años de edad, con The Hunt for Red October. En un principio, este libro se encontró con poca aceptación de diversos editores, que no vieron en él las cualidades literarias que creyeron necesitaría para volverse exitoso. Debido a la buena relación que Clancy tenía con el Instituto Naval de los Estados Unidos, ya que él había publicado varios artículos con ellos, los convenció de publicar un libro de ficción de cortes políticos y militares.
La publicación de aquel primer libro fue el comienzo de una prolífica e influyente obra que se expandió en un imperio del entretenimiento. Una de las razones por la que más se le recuerda es el innegable impacto que tuvo en la industria de los videojuegos; desde el principio de su carrera, su destino fue marcado por los videojuegos: tres años después de su primera novela, ésta fue adaptada en un videojuego para los sistemas Commodore 64, Amiga, Atari ST y ZX Spectrum, precediendo por mucho a la adaptación cinematográfica con Alec Baldwin y Sean Connery, de la cual también hubo una versión para NES (así es, el juego basado en la película basada en el libro).
Desde mitad de los ochenta, al mirar dos décadas en el futuro, el estilo y monotema de la obra de Tom Clancy han encontrado gran aceptación, sus llamados “thrillers tecnológicos” se volvieron best sellers, no sólo en papel sino en la pantalla grande y también en los videojuegos: su nombre impreso en en la portada de algún título de espionaje, disparos o del sonado género stealth, ganan el favor de miles de fans ávidos por historias de héroes que usan atractivos gadgets para salvar el mundo.
De la misma forma como sucede con tantos escritores de best sellers, las regalías de su obra y la difusión de ésta quitaron peso a las fuertes acusaciones de los críticos literarios, que llegaron a llamarlo “destructor de bosques”, por la gran cantidad de papel desperdiciado en sus voluminosos libros. Seguramente esto cayó en los sordos oídos de Clancy, sentado en algún palco de los Orioles de Baltimore, equipo de baseball del cual él era uno de los dueños.
La gran habilidad de Clancy iba más allá de mantener a sus lectores enganchados página a página: independientemente de la ocasional adaptación que se hiciera de su obra a los videojuegos, en 1996 contribuyó en la fundación de Red Storm Entertainment, que desarrollaría y publicaría juegos principalmente basados en su obra. Esta visión y fe en un medio considerado infantil en la época es de admirar. Quizá fue más una intuición para los negocios que una apuesta por un medio de expresión, pero es innegable que esta decisión por dar a los videojuegos un espacio reconocido fue bastante acertada.
Posteriormente, Red Storm Entertainment fue comprado por Ubisoft, que seguiría desarrollando y títulos relacionados con la obra de Clancy, convirtiéndolo en una marca garantía de ventas. Hoy en día los videojuegos son una industria mucho más próspera y sana que el cine o la música pop; cada vez se venden y desarrollan más videojuegos en el mundo, para más plataformas y para más tipos de públicos. Quien se hubiera posicionado correctamente en un tiempo apropiado tendría una influencia cultural notable y ése es el caso de Clancy.
Tan solamente su franquicia Tom Clancy’s Rainbow Six, cuyo primer libro fue publicado en 1998, cuenta con 17 videojuegos, que son una de la serie de first-person shooters más exitosas de nuestros tiempos: el próximo año se espera la llegada de Rainbow 6: Patriots para consolas de nueva generación, lo que Clancy ya no podrá ver. La serie de shooters tácticos Tom Clancy’s Ghost Recon, al día de hoy, tiene 14 títulos que han sido publicados en un lapso de tan sólo once año. Y qué decir de la serie Tom Clancy’s Splinter Cell, que aunque cuenta con siete videojuegos en su cronología, es considerada —junto con Metal Gear— responsable del furor por el género stealth.
Aunque todos estos videojuegos no hayan salido directamente de la pluma de Clancy, pues usó ghost writers para algunos algunos de los numeros productos que llevaron su nombre, es importante reconocer su visión empresarial que puso a los videojuegos en un lugar preferencial de la industria del entretenimiento.
Es por eso que el legado de Tom Clancy permanecerá entre nosotros, quizá no en un sentido literario, sino en la influencia que han tenido los libros sobre los medios electrónicos, en especial con el desarrollo de videojuegos.
