Muchos disfrutamos con las situaciones que se nos presentaban en Ranma ½: Desde las peleas, hasta los momentos amorosos en los cuales nuestro héroe, Ranma Saotome, se metía (o lo metían) para que de una vez por todas, ya fuera con Shampoo, Ukyo, Kodachi o cualquiera de las chicas que estaban detrás del amor de nuestro protagonista, tuviera un final feliz con él. El tiempo pasó y Rumiko Takahashi hizo ruido con su popular Inuyasha, el cual no presentaba tantas situaciones tan extravagantes ni tanto humor como en Ranma ½; pero la seriedad de la historia, los combates y aquella relación entre Kagome e Inuyasha llamaron la atención de muchos haciendo a este último anime inolvidable, y uno de los favoritos de los fans. El tiempo ha pasado y ahora Rumiko Takahashi nos ofrece Rinne, el cual hasta el momento, ha sabido entretener al espectador de una buena forma.
Regresando a lo básico
Pareciera que con Kyokai no Rinne, Rumiko Takahashi ha decidido dejar aún lado las historias más serias y regresar nuevamente a la fórmula que encontramos en Ranma ½, pero con algunos cambios. Es decir, encontraremos combates, tendremos situaciones graciosas y los clásicos malos entendidos amorosos de los cuales la autora es experta en crear. Y al volver de cierta forma a sus raíces, hace que Rinne se sienta de alguna forma nuevo y fresco, muy agradable para ver y disfrutar.
Pero no piensen que por decir que sigue un poco el modelo de Ranma significa que encontraremos lo mismo en este anime; Rinne sigue su propio camino y toma elementos de la serie del chico que se transformaba con agua y un poco de Inuyasha (pero mucho más del primero) para formar su propia experiencia que, hay que decir de antemano, es muy buena, aunque tarda un poco en tomar forma.
Un cuento de espíritus y fantasmas
Las historias de Rinne, algunas veces autoconclusivas, giran en torno a fantasmas, espíritus, Shinigamis, dioses engatusadores y todo aquello relacionado con el mundo paranormal que tanto agrada al público Japonés. Obviamente las situaciones que involucran a los espíritus en problemas serán en su mayoría más divertidas que serias, cosa que se agradece, ya que en parte, es el motor principal que hace que la historia gire y permita tener tantas situaciones que van desde lo gracioso, hasta combates con técnicas un tanto extrañas y exageradas.
Los personajes ayudan bastante a que este anime tenga esa movilidad en cuestión del cómo va contándose la trama, y es que, como es bien sabido, los personajes de Rumiko tienden a ser de todo, menos normales; encontraremos desde una protagonista que tiene el poder de ver fantasmas, pero que está tan acostumbrada a ello que ya no le asusta en lo más mínimo el encontrarse con espíritus; hasta la hermosa Shinigami que estará enamorada de nuestro protagonista principal y que gracias a sus recursos monetarios, podrá crear situaciones para acercarse a él de forma más que amistosa.
Un chico con grandes deudas
Conoceremos a Rokudo Rinne, un chico que a primera vista pareciera un alumno de preparatoria bastante común, pero que esconde grandes secretos: es mitad Shinigami y por lo mismo, puede viajar entre los mundos, además de tener la facultad de pasarse al plano espiritual gracias a un Haori (una especie de bata) con la cual puede tener contacto físico con los espíritus, además de permitirle desaparecer de la vista de la mayoría de los humanos y además volar. Rinne ayuda a las personas que tienen algún problema con algún espíritu chocarrero, pero siempre cobrando por ello, ya que por razones que conoceremos en la historia, tiene una grandiosa deuda y cada yen que cae a sus manos es preciado.
Y éste es uno de los puntos por el cual el personaje de Rinne se vuelve divertido: el hecho de exagerar a un nivel desmedido el hecho de su necesidad de dinero y el aprecio que tiene Rinne por el mismo (tanto que es capáz de caer en la más profunda depresión por haber perdido unos cuantos yenes). Pero es que para él, la cuestión de su deuda y de terminar con ella, hace que cada yen cuente. Además hay otra cosa importante: algunas veces, para capturar o purificar espíritus, Rinne debe usar algunos artefactos del otro mundo, pero el usarlos no es gratis y eso conlleva un gasto para nuestro protagonista que de por si no aguanta la idea de perder o gastar dinero, así que la mesa está puesta para muchas situaciones de este tipo.
La chica que podía ver espíritus
Por otro lado, tenemos a Sakura Mamiya, una chica que va en el mismo salón de Rinne y que tiene la facultad de ver espíritus e incluso poder sin ningún problema comunicarse con ellos. A diferencia de otras protagonistas de la autora, Sakura es de lo más tranquila y analítica, incluso tiene una situación en la cual algunos de los protagonistas no saben exactamente que emoción está sintiendo exactamente en ese momento porque de alguna manera es un tanto… inexpresiva. Y no significa que no se ría o moleste, sino que realmente es complicado saber si algo le molesta o no, debido también en parte a su carácter tranquilo.
Ella de alguna forma también es quien le presta dinero a Rinne para que pueda comprar/invocar todos aquellos accesorios que necesite para poder vencer o purificar a los espíritus que están causando problemas, y obviamente Rinne comenzará a sentir algo más que amistad por Sakura y eso desencadenará situaciones que nos parecerán familiares y que a seguramente les sacarán algunas carcajadas (y más por no saber por ejemplo a ciencia cierta si a Sakura le molestan ciertas cosas o no). Por cierto, su diseño es bastante simple, pero muy agradable a la vista, tratando de reflejar quizá un poco de su carácter.
Una deuda para largo
Como es de esperarse en una historia de Rumiko Takahashi, conforme avance la trama encontraremos una serie de personajes bastante peculiares que irán complicando poco a poco el mundo en donde se desenvuelven Rinne y Sakura, 
metiéndolos en situaciones sumamente entretenidas y graciosas que harán que la historia vaya avanzando cada vez más y abriendo la carpeta para contar chistes, situaciones graciosas e incluso situaciones amorosas cada vez de forma más desarrollada y compleja, lo cual crea un sentimiento de avance con la serie lo cual se agradece.
Sin embargo, para que todo esto que les he platicado funcione, hay que esperar un poco. Es probable que los primeros capítulos de este anime, a pesar de las situaciones graciosas que puedan tener, llegan a ser un tanto lentos en cuestión de cómo avanza la trama. Pero no desesperen: pasando el capítulo 5 o 6, las cosas comienzan poco a poco a tomar forma y el anime nos marca las bases de lo que vendrá a futuro, lo cual de verdad parece ser muy prometedor.
Un maravilloso mundo espiritual
Rinne tiene un bonito concepto del mundo en donde se desenvuelven los protagonistas y sobre todo el mundo espiritual, al cual dan ganas de explorar y ver qué hay más allá de la rueda del renacimiento o del pueblo de los Shinigamis; incluso el infierno más que un lugar tenebroso y macabro, es tratado como una especie de corporativo en donde las medidas de seguridad son prioridad. Todo ese universo que se nos presenta en Rinne es bastante basto y lleno de vida lo cual hace que muy pocas veces nos aburramos de regresar al mundo espiritual.
El diseño de personajes es bueno, un tanto apegado a lo que es el manga, sin embargo por momentos pareciera que no tiene la misma calidad que tuvo en su momento Inuyasha, por ejemplo. Pero eso no le quita que esa simplicidad en el diseño encaje con el mundo que se nos muestra; incluso podría ser que si los personajes fueran más detallados, ya no encajarían en el universo en donde se desenvuelven. Podríamos decir que se encuentran “en su punto exacto”, tendremos que esperar para ver si conforme avance el tiempo, mejoran un poco la calidad de los personajes y del mundo que los rodea.
La música es muy al estilo de otros anime que hemos visto de Rumiko: llenos de temas cargados con energía, pero teniendo ese leve toque de música china que al parecer a ella le fascina y que hace que encaje bien con la historia que se está contando. Lastimosamente pareciera que en el segundo opening del anime no le echaron muchas ganas con el video y se reciclan escenas de la primera entrada haciendo que con la canción que suena, se vea demasiado raro (pero nada de qué preocuparse)
Entonces ¿Vale la pena verlo?
Kyokai no Rinne es un anime que podríamos considerar de acción, romance y comedia (con un poco de aventura) que mantendrá entretenidos a muchos y que definitivamente soltará la carcajada de algunos más. La serie es sumamente divertida y no busca crear conciencia en nadie ni dejarnos pensando en nada; simplemente quiere contar una historia divertida de fantasmas, para que te relajes y olvides los problemas o presiones que pudieras tener en tu día a día.
Si buscas algo muy serio, complejo y que te deje pensando, Rinne no es para ti, pero si buscas un anime sin muchas pretensiones y que solo quiera divertirte para pasar bien un fin de semana, no lo dudes más y dale una oportunidad a Kyokai no Rinne.
El anime está disponible actualmente por medio de Crunchyroll.
Rock´On!
