Es una práctica común que el éxito de un concepto particular invite a otros a imitarlo o, cuando mucho, a intentar abordarlo desde otro punto de vista. Los juegos de cartas coleccionables han estado presentes, en menor o mayor medida, en la cultura del entretenimiento alternativo desde el origen de Magic: The Gathering en 1993. Sin embargo, la aparición de Hearthstone en 2014 nos ha dejado ver un boom de este concepto trasladado al videojuego. No sólo eso, franquicias establecidas en la industria han sido adaptadas a esta forma de jugar con el fin de ganar nuevos adeptos entre quienes buscan opciones diferentes a la creada por Blizzard. La razón es simple: son títulos de naturaleza adictiva, los cuales pueden acomodarse fácilmente en el formato free to play que ahora funciona como el modelo de negocio en boga.
CD Projekt Red terminó con la expansión Blood and Wine de The Witcher 3 el camino de Geralt de Rivia como protagonista en un videojuego, pero no así el de la franquicia The Witcher. Andrzej Sapkowski ha legado un rico universo de narrativa fantástica, fortalecido por tres juegos de rol y acción que se han convertido en objeto de culto. Ya antes habían experimentado con el popular género MOBA en The Witcher: Battle Arena y hasta trasladaron a iOS el juego de mesa inspirado en las aventuras del brujo. Por tanto, no es de extrañar que se aventuren a exprimir un poco más la saga ahora que tienen sus ojos puestos en un concepto completamente distinto como Cyberpunk 2077.
Durante el más reciente E3 se anunció Gwent: The Witcher Card Game. La idea es simple: el minijuego creado como un complemento para The Witcher 3 se convertiría ahora en un título con su propio peso. Los duelos de cartas, llevado por algunos fans de la franquicia al terreno real, ahora serían el terreno para una nueva aventura. En las últimas semanas el estudio ha realizado diversas pruebas en sus servidores y en el momento de que se escribe esto lleva a cabo una beta cerrada. Es dicha fase la cual hemos podido jugar y acerca de la cual te contamos.
Bautismo de Fuego
El concepto de Gwent es muy acorde a lo que sucede en el mundo creado por Sapkowski y retratado en los videojuegos por CD Projekt Red. Es una guerra. Más que invocar creaturas para que destruyan a tu rival y sus lacayos mágicos, se trata de construir un ejército con unidades de diverso valor y rango. Dependiendo del poderío de tus tropas, así como de las condiciones adicionales que puedas generar con cartas especiales, es el resultado que obtendrás al momento de una partida.
Para ganar una partida de Gwent debes triunfar en dos de tres rondas. El ganador de una ronda se define al momento de sumar la fuerza de las unidades colocadas en el campo de batalla. Quien haya desplegado la tropa más poderosa en lo que a dicha sumatoria se refiere gana el round. Lo interesante es que, de un deck de 25 a 40 cartas, tomas 10 tarjetas que debes utilizar sabiamente. Al iniciar la segunda ronda, sólo podrás sumar dos más a las que hayan restado de la primera fase. En la tercera, en tanto, sólo podrás sumar una. Esto abre la puerta a un uso estratégico de tus recursos y a una construcción más pensada de cada mazo de cartas.
El campo de batalla se divide en tres hileras por jugador: infantería, artillería y unidades de asedio. Cada carta de unidad se acomoda en una de estas secciones. Además de tener un valor para la sumatoria de fuerzas, varias tarjetas cuentan con habilidades especiales que son decisivas conforme se desarrolla el combate. Algunos reducen fuerza del enemigo, otros aumentan el poderío de tus soldados e incluso existen quienes despliegan más unidades de batalla. Es más, incluso cuentas con tarjetas desleales que se suman al bando contrario a cambio de posibilidades interesantes. Por si fuera poco, cada mazo cuenta con una tarjeta de líder que puede ser usada de forma única para establecer condiciones especiales. Como hemos dicho, todo está en la estrategia.
Las cartas se clasifican, además, en diversas facciones. Dichas divisiones se fundamentan en los diferentes bandos que pelean entre sí a lo largo y ancho del mundo creado por Sapkowkski. Hay monstruos, soldados de los Reinos del Norte, elfos guerrilleros de los Scoia’tael, guerreros de Skellige y, por supuesto, cartas neutrales. La diferenciación permite facilitar la construcción de decks al brindar ejes temáticos. Las unidades, en tanto, están divididas en cartas doradas, plateadas y de bronce. ¿La razón? Algunos efectos y ataques afectan sólo a ciertas clases de tarjetas, lo cual aumenta los detalles a considerar al momento de ejecutar una estrategia.
Como puedes ver, estamos ante un juego sencillo de entender en el que la estrategia es la clave para salir avante. Eso sí, será necesario seguir adelante y mantenerse jugando para obtener recursos con los cuales aumentar tu deck de manera que te hagas con unidades más poderosas y acordes con tu estrategia. Es claro que CD Projekt Red tiene entre sus manos un concepto valioso y lo importante que ha sido Gwent en The Witcher 3 lo avala. Pero, ¿qué tanto funciona como un título por sí mismo?
Sangre de Elfos
El juego es un homenaje interesante a la serie de novelas y un auto tributo, por parte de los propios creadores, a su trilogía de juegos. Si has seguido cualquiera de las dos, o las dos, te encontrarás con personajes provenientes de diferentes episodios. Incluso algunos muy oscuros o que quedaron de lado en la transición a los videojuegos como la princesa Pavetta o la arquera Milva. Muy a la usanza de Magic cada carta cuenta con una ilustración de interesante hechura (el crédito de cada ilustrado viene en los detalles de la tarjeta), así como con una frase o cita que explica brevemente la naturaleza o motivaciones detrás de cada personaje o situación. El juego, como dulce para los fans, funciona muy bien. Pero ya lo hacía desde su introducción en The Witcher 3.
Si algo hace muy atractivo a Hearthstone y otros títulos similares es la manera en que se les da vida tanto al tablero de juego como a las cartas y sus habilidades. Es aquí donde Gwent luce en franca desventaja. El tablero de juego es muy acorde con la naturaleza de época que busca retratar, pero no tiene mucha personalidad. Al momento de llevar a cabo los diversos conjuros, apenas y se notan los efectos en el campo de batalla. Por ejemplo, al momento de invocar una tormenta apenas se deja ver una sencilla animación de lluvia en la hilera afectada por dicha condición. Lo mismo sucede cuando las unidades atacan: breves y un tanto simples efectos de proyectiles se dejan ver hacia la unidad afectada. Esta claro que estamos en un beta y hace falta bastante trabajo, pero de momento lo que podemos ver carece de la personalidad presente en otros juegos.
El juego, en tanto, se desarrolla de forma muy fluida en línea. Al menos en PC. Pese a ser beta, no nos costó realmente trabajo encontrar partidas o tuvimos algún problema real de lag. Por el momento, obviamente, sólo permite el juego partidas casuales. Puedes tener también partidas con amigos (al menos los que tengas en la red de GOG y que estén jugando igualmente la versión beta) o contra la inteligencia artificial.
Aún es muy pronto para decir si las cartas están muy equilibradas, pues nos hemos enfrentado a rivales con combinaciones muy similares en la baraja. Sin embargo, no está exento de que con cartas más poderosas obtenidas con micropagos o mucho tiempo de juego se logren mazos de alto poder. Sin embargo el factor azaroso que el juego mantiene, en conjunto con su naturaleza estratégica, lo salvan de ser un pay to win en toda la extensión de la palabra. Al menos hasta lo que hemos visto.
Por ser un beta no se recomendaría adquirir tarjetas, debido a que está la posibilidad de que los decks se reinicien al momento de que se lance el juego (aunque CD Projekt Red ha prometido compensar en caso de que tal cosa suceda). Sin embargo, ya se puede ver el modelo de microtransacciones para adquirir nuevas tarjetas. Puedes comprar un par de barriles con cinco cartas cada uno por tres dólares, aunque después de las partidas podrás recibir oro (con 100 compras un barril) o recursos para craftear cartas individuales (algunas de ellas muy costosas).
Como hemos dicho, el juego en sí es muy sencillo de comprender. La estrategia no es tan fácil de ejecutar, pero sí es más sencillo generar una para este tipo de duelos de lo que suele ser para cartas de combate. Eso, en cierta medida, podría ayudar a hacerse popular en un mundo donde los títulos de cartas digitales comienzan a surgir de manera desmedida. Sin embargo, cuenta con desventajas evidentes. De entrada, el estar muy ceñido al concepto de The Witcher lo hace bastante de nicho aunque justo por ello es un dulce para los fans. Además, por el momento, no tiene el encanto visual presente en Hearthstone u otros proyectos similares.
Gwent tiene un potencial importante, eso no se puede negar. Sin embargo, aún le hace falta pulir detalles que podrían parecer menores, pero en un mercado que empieza a saturarse no pueden dejarse a un lado pues el juego más atractivo, incluso desde lo visual, puede terminar por salir ganando. Sin embargo, si eres un entusiasta de este tipo de juegos podrás encontrar una opción más orientada a la estrategia. Veremos qué ajustes puede realizar, a partir de esta beta, el estudio polaco rumbo a su lanzamiento definitivo.
