La entrevista a continuación fue publicada el 2 de noviembre de 2014, en el marco de la conmemoración del Día de Muertos en Atomix. Sin embargo, sucesos recientes en el mundo del deporte, así como el interés generado acerca de la prevención de muertes en actividades con intenso esfuerzo físico, el staff editorial ha decidido republicar el material. Principalmente con el objetivo de que dicha información pueda llegar a más lectores.
“Yo me quiero morir jugando”. En la mente de muchos gamers se ha colado esta idea, similar a aquélla en la que los segundos finales alcanzan al artista a mitad de su última actuación. Una despedida romántica de este mundo, la cual comienza a desvanecerse cuando empezamos a mirar lo que representa fallecer con el control en la mano. Aún más cuando nos asomamos a los últimos momentos de aquellos que han tenido la desdicha de abandonar este plano de existencia a mitad de una partida.
Historias sobre jugadores a quienes la muerte alcanza sobran. Algunas veces las recibimos con tristeza, otras con la sorna que a veces nos permite no vivir los relatos en la propia piel. Pero pocas veces comprendemos lo que estos casos pueden decirnos acerca de nuestra manera de jugar. ¿Por qué sucede? ¿Cómo podemos evitar ser una noticia más? Esta
Platicamos con el doctor Ricardo Alejos, especialista en medicina deportiva, acerca de casos reciente o sonados de jugadores a quienes la muerte los ha encontrado disfrutando nuestro pasatiempo favorito. En especial, discutimos qué mensaje podemos encontrar a la distancia de todas estas situaciones tan lamentables.
Adrenalina
Los casos de ataque cardiaco son los más comunes al hablar de muertes en los videojuegos. Chicos que fallecieron luego de una intensa sesión de juego e incluso a mitad de una. No termina por ser extraño, entonces, que la adrenalina tenga mucho qué ver en estos casos.
“El cuerpo no puede controlar la cantidad de adrenalina, de presión, de estrés, de tensión y sobreviene el ataque cardiaco”, aseguró el médico en entrevista.
Este aspecto puede ayudar a entender un caso como el de Terrance “PushaTee” Moore. El escuchar que un competidor fallece luego de una pelea bien puede recordarnos el extenso historial de vidas que han terminado en el boxeo. Pero, al saber que se trata de un videojuego, el panorama cambia. PushaTee, jugador de Killer Instinct, murió poco después de terminar su primer encuentro en el torneo The Runback, celebrado en California el mes pasado.
Reportes indican que el jugador, perteneciente al Crazy 88 Clan, no reportó molestias durante aquel día. Incluso se presentó a su trabajo, del cual salió justo para acudir a la competencia. Sin embargo, momentos después de terminar su participación, Moore se desvaneció en el lugar del evento. No respiraba. La preocupación alcanzó a verse en el stream, el cual fue apagado poco después. Pese al arribo de una ambulancia y los intentos e reanimarlo, PushaTee fue declarado muerto.
“Tendríamos que ver los antecedentes familiares, o si él como paciente había tenido un evento anterior”, comentó Alejos acerca del caso. “Pero sabemos que el estrés hace que se produzca adrenalina. La adrenalina es aquella sustancia que nos va a ayudar a que el cuerpo tenga fuerza y amortiguamiento frente a algo inesperado. Sientes que te trabaja el corazón, hay un aumento en la frecuencia cardiaca”.
“Si esta persona era obesa, tenía lípidos en sus arterias, pasa gran parte del día de manera sedentaria, esto va a favorecer que esta descarga mueva alguna situación de grasa y suceda alguna obstrucción a nivel cardiaco, o bien un aumento de la presión arterial previa al evento cardiaco”, añadió.
El médico añadió que el aumento de la tensión puede provocar la muerte por otras vías. Por ejemplo,un exceso de presión alta puede reventar dilataciones conocidas como aneurismas y provocar un evento vascular-cerebral que resulta en un fallecimiento inminente.
Necesidad de desbloquear
Las sesiones de juego largas son algo común para más de un jugador. Partidas de 8, 10, 12 horas son poco comunes, pero no suenan a algo fuera de lo ordinario. ¿Y si estas sesiones son responsables de llevarnos a la tumba? Al menos ese parece ser el caso con Chris Staniforth, quien murió a los 20 años de edad en 2011. Su padre acusa a las largas sesiones de la trombosis que habría de terminar con su vida.
Staniforth había jugado 12 horas Halo un día antes de acudir a una entrevista de trabajo. Poco después de la cita, quejándose de un dolor en el pecho, el joven falleció. Justo la noche antes de morir se había despertado con una sensación extraña, pero volvió a la cama al sentirse mejor. De acuerdo con los médicos, el muchacho falleció por una trombosis. Incluso se ha señalado que este padecimiento ataca a las personas que viajan seguido por avión o permanecen largo tiempo en una sola posición. Un bloqueo pulmonar ocasionada por una trombósis fue definida como la causa de muerte, de acuerdo con el Daily Mail.
“Si tiene colesterol alto y es un paciente acostumbrado a jugar más horas de lo debido, las grasas son capaces de producir coágulos u obstrucciones”, afirmó el entrevistado. “Las trombosis pulmonares no son frecuentes. Causan dolor, falta de respiración y viene el fallecimiento”.
“Hay trombosis también en el corazón, y a eso le llamamos infarto. Hay también trombosis cerebrales”, complementó Alejos, quien del mismo modo señaló que este padecimiento puede suceder también en las extremidades o en los riñones, provocando dolor y hasta insuficiencia renal. Por medio de un procedimiento quirúrgico pueden retirarse.
Una mala estrategia
Las noticias de juego competitivo suelen provenir de Corea del Sur y otros países asiáticos. Del mismo modo nos llegan desde allá los reportes acerca de adicción al juego, maratones extremos e incluso muertes por sesiones prolongadas. Seungseob Lee, jugador surcoreano, se convirtió en un caso paradigmático al ser su fallecimiento uno de los primeros en darse a conocer a escala global.
Descrito como un adicto al videojuego por su familia, se ha señalado que comenzó a sufrir de malnutrición, al tiempo que dormía menos de lo necesario. Sin embargo, el 5 de agosto de 2005 fue encontrado muerto en un café internet luego de una sesión de Starcraft que se extendió por casi 50 horas. Poco antes había señalado a unos amigos, quienes fueron a buscarlo, que sólo terminaría la partida y regresaría a casa. Una falla cardiaca quedó registrada como la causa de muerte.
“La situación es que se gasta demasiada energía mental, visual, corporal y si a esto se le adhieren los cambios térmicos, así como a una falta de aporte energético a través de una alimentación adecuada, condiciona una descarga de adrenalina, un aumento en el ritmo cardiaco, una fatiga en el corazón y viene el paro”, indicó el doctor Alejos acerca de éste y otros casos similares.
¿Me puede pasar a mí?
Sí, sabemos que te estás haciendo esa pregunta. Por ello cuestionamos al doctor Alejos acerca de una manera para evitar que esta circunstancia pueda afectarnos como jugadores. Claro, una alimentación adecuada y el evitar una vida sedentaria son parte de la ecuación, pero además ha recomendado ciertos detalles en la rutina de juego.
“Las recomendaciones son similares para alguien que maneja en carretera. Se recomienda descansar 15 minutos cada dos horas, y hacer ejercicios de cabeza, de cuello y de tronco”. explicó el médico.
La idea de morir con el control en la mano puede parecer romántica, pero está lejos de serlo cuando sabemos lo que esta circunstancia implica. Por ello, discutimos de forma médica estas situaciones y, aunque sea para reducir las posibilidades, pedimos algún consejo. Cierto, el gaming es parte fundamental para nuestras vidas. Pero de nosotros depende, en buena medida, que no se convierta en nuestra causa de muerte.
