Atomix Toons: Echando a volar la imaginación con los Rugrats

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atomix-toons-feature-rugrats-aventuras-en-pañalesTodos fuimos bebés a pesar ser una etapa en nuestras vidas que muy difícilmente recordamos, es más, lo poco que queda de ello en nuestras memorias quizá ni siquiera son imágenes, sino sentimientos que se despiertan de alguna manera en nuestra vida cotidiana y muchas veces ni siquiera sabemos la razón de ello. De esta manera, ser bebé es una gran interrogante y un misterio, una gran oportunidad que Arlene Klasky, Gábor Csupó y Paul Germain tomaron y aprovecharon para entregarnos uno de los shows animados más brillantes de la década de los noventas.

El episodio piloto de Aventuras en Pañales –como se le conocía en Latinoamérica– que se publicó en 1990, nos mostraba la manera en que Tommy, protagonista de la serie, estaba intrigado por saber para qué servía un inodoro; con sus compañeros de aventuras –Carlitos, Phili, Lili, el perro Firulais– echó a volar la imaginación para saber qué podría ser ese extraño artefacto y el episodio concluye cuando va él mismo a investigar y termina todo convirtiéndose en un desastre.

Ilustro lo anterior porque la fórmula siempre fue muy clara en la serie, los bebés se asombraban por un tema que podía ser un artefacto, una historia, un comentario de los adultos, o cualquier otro desencadenante para la imaginación de los pequeños protagonistas. Después de proponer el tema nos mostraba toda una aventura en torno a ello magistralmente comprimida a poco más de 10 minutos de duración en la que mucho de lo que se nos mostraba eran imágenes generadas por la imaginación de los bebés.

Así funcionaba Rugrats y aunque su tema de aventuras imaginarias ya había sido abordado de alguna manera por los Muppets Babies, logró consolidarse como una de las mejores formas de relatarnos estas imaginarias aventuras.

Los lentes de la imaginación

Cuando eres niño –no precisamente bebé como los Rugrats– el mundo que te rodea se ve con diferentes ojos. Me ha pasado que recientemente visito lugares que marcaron mi infancia y ya con ojos de adulto los veo insignificantes, pequeños y muy diferentes a lo que recordaba.

El papel que juega la imaginación en un niño es casi como algo mágico que es capaz de transformar su entorno, casi como un par de lentes que sobrepone tu mente a los ojos cambiando por completo la perspectiva a tu alrededor.

fan-art-rugrats-sofy_senpai-aventuras-en-pañalesLo primero que cambian esos lentes es la percepción del espacio, puede ser muy pequeño en realidad pero siempre lo ves y lo sientes como algo inmenso, gigantesco. Lo segundo sería que pueden dotar de vida y transformar lo inanimado, un par de sillas y una sábana se convierten en un castillo, una simple caja en una torre, un poco de tierra y agua en una represa, una simple lata un buque de guerra, un poco de gis sobre el suelo demarca una moderna autopista con obstáculos y desviaciones.

Rugrats es de las mejores representaciones de esa imaginación infantil y muestra gráficamente muchas de las aventuras que nosotros teníamos cuando éramos niños, quizá por eso al disfrutar sus capítulos de pequeños nos identificábamos con los personajes y los disfrutábamos como ninguna otra cosa.

Tommy y sus amigos viajaron a un fascinante mundo de juguetes al engañar a sus padres para quedarse en la juguetería, construyeron el arca de Noé llenando dos cajas con insectos y animales que encontraron en su jardín, trataron de bajar la palanca al inodoro gigante que era una alberca, viajaron al estómago de Carlitos cuando se comió una semilla de sandía, visitaron el lejano oeste en el patio de su casa, vivieron el doloroso funeral de Nicanor –la mascota cochinilla de Carlitos–, entre muchas otras locuras dignas de recordarse.

Sólo siendo niño eres capaz de vivir esas aventuras generadas por la imaginación. Me pongo a pensar ¿los niños de ahora tendrán esa misma percepción del mundo que vimos en Rugrats? Quizá el cambio generacional y la tecnología actual hace que la imaginación se vea muy reducida en los niños que todo lo ven simplificado a través del monitor de todos los dispositivos móviles que nos rodean, los invito a que dejen su opinión al respecto.

El extraño mundo de los adultos

rugrats-gifOtro elemento que explotó muy bien Aventuras en Pañales fue la perspectiva que tienen los niños de algunas acciones de los adultos. Durante la infancia ves muchas actitudes en los adultos que no comprendes, y una vez más la imaginación es el recurso que te ayuda a darles explicación.

La caricatura no sólo se centraba en la interacción de los bebés entre sí, sino también en las actitudes de los adultos respecto a sus acciones como crítica hacia algunas acciones. ¿Recuerdan la insistencia de la mamá de Tommy sobre los cuidados a los bebés por las sugerencias del Doctor Aquilino? Ese tipo de crítica hacía que incluso ya un público más maduro entendiera las referencias y se riera de ello. Incluso en alguna ocasión recuerdo que mi madre al notar que los adultos trataban algunos temas “complicados” para los niños, nos decía que quizá la caricatura no era tan para niños como creíamos, pero nosotros en la inocencia infantil le dábamos las mismas explicaciones imaginativas a esas situaciones que la de los protagonistas de la serie.

Ensayo, error y aprendizaje

No podemos categorizar a Rugrats como un show educativo puesto que sus objetivos siempre fueron de entretenimiento, aun así siempre había una lección que aprender. El trasfondo moral de Rugrats en muchos capítulos fue muy fuerte, los bebés aprendían de sus actitudes y las diferentes situaciones eran una lección que servía también como aprendizaje para los televidentes. Valores como la amistad y la generosidad se sobreponían a las malas influencias de Angélica, quien en muchas ocasiones tomaba la lección por sus acciones.

El eterno playground. Never Grow Up!

fan-art-aventuras-en-pañales-rugrats-by-brendancorrisRugrats brilló por la manera en que nos presentó lo cotidiano, la empatía que sentíamos con sus personajes al reinterpretar cada una de las situaciones cotidianas mostradas en el show era lo que nos hacía como niños seguir viendo la serie todas las tardes, misma que sintetizaba en sus cortos capítulos grandes aventuras.

Lo que más me gusta de Aventuras en Pañales es la manera en que cualquier lugar y cualquier situación puede transformarse en un playground por medio de la imaginación, ingrediente que en esa época también le añadíamos a nuestras sesiones de juego en una generación en la que la tecnología no nos permitía tener experiencias tan gráficas como ahora pero con nuestra mente se transformaban en algo fascinante y sorprendente que nos hizo tener esa dulce adicción que disfrutamos tanto en la actualidad.

Un adulto no puede comportarse como un niño, pero me parece que podemos retomar muchas cosas positivas de esa etapa que vemos reflejadas en series como Rugrats para tomarle sabor al caminar diario. Es ese Never Grow Up que ponemos en cada uno de nuestros contenidos y que nos hace sentirnos en un eterno playground como los protagonistas de este excelente show de TV.

 

Arte cortesía

Lelpel

Sofy-Senpai

Brendancorris

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg