Feature – A 20 años de Final Fantasy VI

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Final Fantasy VI fue el punto más alto de la era dorada de los RPG de Square.

 

feature_20_ff6Este mes Final Fantasy VI cumple 20 años en nuestro continente. Sí, 20 años de permanecer como estandarte de Square como uno de los mejores RPG de la historia. No nada más se mantiene como un título insuperable del género por la industria en general, sino que la misma compañía que lo creó ha sido incapaz de replicar su perfección. Claro, existen éxitos comerciales, sagas enteras con mayor reputación debido a sus personajes, y muchos más juegos que brillan por sus atributos gráficos o de historia, pero ninguno que haya combinado todos los elementos que hacen a un buen videojuego en un solo cartucho.

Final Fantasy VI (que conocimos como Final Fantasy III en América) fue la condensación de lo mejor de dos generaciones de RPG, una tesis que rompió los límites técnicos, narrativos y de gameplay para entregar una historia épica con personajes memorables, mecánicas de combate variadas, y el elenco de personajes más grande en la historia de la franquicia hasta el día de hoy.

Claro, no está exento de errores, al ser un juego creado de principio a fin en menos de un año, sufrió de varios percances en las últimas etapas de desarrollo. No obstante, la participación del equipo estrella conformado por Hironobu Sakaguchi en la supervisión, Yoshinori Kitase y Hiroyuki Ito en la dirección, Yoshitaka Amano en la ilustración y Nobuo Uematsu en la música, lograron darle vida a un bagaje de experiencia que traían desde 1987, con la creación del primer título. Más allá de los bugs, glitches, errores de traducción y simplicidad del diseño de menús, Final Fantasy VI logró transmitirnos una emotiva historia que pocos han podido replicar, incluyendo a sus mismos creadores.

Es difícil desmenuzar por completo todos los elementos que hicieron grande al título, pero a grandes rasgos es sencillo sentir por qué se trata de un juego solemne. Tan sólo con tener el control en las manos, prender nuestra consola y ver la imponente introducción que no temía alienar al más inocente, nos podemos dar cuenta de que estamos ante un videojuego de dimensiones épicas.

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Se trataba de la despedida de la franquicia de la época de los 16 bits y la inclusión de elementos que simulaban el 3D gracias al Mode 7 del Super Nintendo. Si bien Final Fantasy IV y la inclusión del novedoso sistema de combate Active Time Battle (producto de la mente brillante de Hiroyuki Ito) representaron la adolescencia de la franquicia, es fácil discernir que con Final Fantasy VI la saga llegó a la adultez. Posteriormente veríamos los tropezados pasos de la compañía por entrar al campo de los escenarios pre rendereados y el 3D, que aunque nos entregaron experiencias y personajes inolvidables, no han logrado llegar a ese climax de culminación que lograron con la sexta iteración.

Es tiempo de mirar atrás y poner las cartas sobre la mesa. Es imposible afirmar a la ligera que nos enfrentamos a un parte aguas en el género de rol, por lo que es necesario sacar a la luz los elementos que apoyan esta teoría.

 

Los temas

Dualidad y separación describen perfectamente el ADN narrativo de Final Fantasy VI. El mundo se encuentra separado por los nuevos y viejos modos de vida, las ciudades industriales y los castillos medievales son contemporáneos. La sociedad vive toda su vida ignorando el hecho de que existen otros seres que poseen poderes mágicos. A la mitad del juego, el mundo literalmente se parte en dos, dejándonos mitades completamente diferentes conforme experimentamos el título: el mundo del balance y el mundo de la ruina.

Los personajes no se quedan atrás, Terra Branford es mitad humana y mitad esper; Kefka Palazzo es al mismo tiempo un payaso y un dios de la maldad. Podemos presenciar la separación entre los hermanos Edgar y Sabin, que han elegido caminos diferentes para sus vidas. Shadow y su personalidad doble al dejar su oscuro pasado y luchar por una causa diferente. Entre otros ejemplos.

Romper los cánones y atreverse a combinar un mundo medieval con temáticas de la Segunda Revolución Industrial parece riesgoso, pero logró ser todo un éxito y convertirse en fuente de inspiración para futuros títulos que utilizaran la dualidad para construir la espina dorsal de su narrativa.

ultrosEl humor es indudablemente un ingrediente que convirtió en ganadora a la receta de Final Fantasy VI. Aunque en entregas pasadas, difería la calidad de los sprites en el mapa y en la batalla, aquí se representaban con la misma resolución. Por ello fue fácil incluir animaciones faciales y una variedad de movimientos en los personajes. ¿Cómo olvidar la primera vez que Locke presencia a Terra conjurando magia?, ¿o a Kefka antes de conocer verdaderamente su retorcida personalidad?

Bastante cómico, con Ultros fungiendo como enemigo recurrente comenzó su larga carrera en Final Fantasy VI, con su gran papel como “comic relief” que a tantos ha encantado hasta la actualidad. Kudos a Naoki Yoshida, director de Final Fantasy XIV: A Realm Reborn por incluirlo en el juego.

 

Los personajes

Un elenco de catorce personajes únicos, cada uno con su propia personalidad, historia, y motivo para seguir adelante. Catorce protagonistas que si bien parecen demasiados, durante el juego se balancean muy bien para que el espectador pueda presenciar lo mejor y lo peor de cada uno.

En primera instancia, es necesario destacar que vimos a los simpáticos Moogles por primera vez en este título. Mog nos acompañaría en la historia ayudándonos con sus ataques mágicos y su hilarante humor. Aunque para ese entonces ya era conocido en Japón, a Occidente nunca había visto. Para nosotros, fue la primera vez que nos enfrentamos a este mágico ser, del cual hemos podido presenciar su desenvolvimiento hasta convertirse en un ícono de la serie.

Por otro lado tenemos a la protagonista, Terra Branford, de los mejores ejemplos de un protagonista femenino que surgió para hacer historia. No es sólo la favorita de muchos entusiastas de la franquicia, sino que el mismo ilustrador de la saga, Yoshitaka Amano confirmó que se trata de su personaje preferido. Esta chica mitad humana, mitad esper, se enfrentó a las peores facetas de la humanidad, y sin darse por vencida siguió adelante.

kefkaKefka es sin duda de los mejores antagonistas de la historia de los videojuegos, incluso mejor que otros personajes populares de Final Fantasy, sí, incluyendo a Sephiroth. A diferencia de otros villanos de la serie, que son distantes, fríos y claros con sus objetivos; Kefka siempre se muestra ruidoso, impaciente, maniaco y destructivo. ¿Alguna semejanza con The Joker? No lo duden ni un poco.

Kefka es el claro ejemplo de un personaje detestable. Todos y cada uno de los protagonistas tienen un motivo para estar en su contra, odiarlo, repudiarlo y luchar por acabar con su existencia. Claro, Sephiroth mató a uno de los protagonistas, incendió un pueblo, e incluso intentó destruir una ciudad entera con un meteorito, fallando en su empresa, obviamente. ¿Pero Kefka? Simplemente en la primera mitad del juego incendia ciudades, asesina a sus propios aliados, comete dos genocidios y no contento, usa a los protagonistas para salirse con la suya.

No sólo eso, Kefka es el villano que logró salirse con la suya. El antagonista que ganó. Poco a poco, conforme se van hilando los fragmentos de la historia, nos damos cuenta de que tan sólo estamos a la mitad de nuestra aventura, pues el molesto payaso que anda tras de nosotros nada más logra convertirse en un dios, matar a millones de personas y destruir el mundo tal y como lo conocemos, situándose en un trono y dejando a nuestro grupo malherido y roto. ¿Algo más?

El diseño y el amor que se le puso a los personajes hace que por primera vez en la historia se sientan verdaderamente humanos, logrando transmitir ese algo que hace que les creamos, que compartamos su dolor y su alegría. Pocos como ellos.

 

Las mecánicas

No, Final Fantasy VI no inventó el Active Time Battle, tampoco inventó las batallas por turnos. No obstante, complementó un sólido sistema con elementos de combate que hacían de las batallas más dinámicas e interactivas. Habilidades como Blitz, que introducía una mecánica donde teníamos que presionar una secuencia de botones para activar un ataque especial, logró imprimir un verdadero cambio en un sistema de batalla que a muchos les pudo parecer aburrido y repetitivo.

Antes de los Limit Break, existieron los Desperation Attacks, mismos que podíamos ejecutar cuando nuestros personajes se encontraban en riesgo de morir y que más de una vez nos sacaron de aprietos. Esta adopción de mecánicas de otros géneros se convirtió en el génesis del RPG de acción.

 

Para muchos, el repertorio musical de Final Fantasy VI fue simplemente el mejor de la franquicia.

 

Por primera vez contamos con una libertad absoluta. Excepto por algunos eventos o calabozos especiales, en Final Fantasy VI tenemos por primera vez la oportunidad de armar nuestra party como queramos. Así, si nos encariñamos con algunos personajes podremos viajar con ellos de manera predilecta.

No nada más eso, sino que una gran cantidad de usuarios y críticos consideran a Final Fantasy VI como el primer RPG de mundo abierto, debido a que después de algunas horas de juego somos capaces de elegir libremente a donde ir. Estos elementos obviamente son sólo la semilla de la que emanarían los géneros y subgéneros que ahora conocemos en los videojuegos, pero es fácil rastrear los orígenes.

 

La música

dissidia_artwork_terra copyPara muchos, el repertorio musical de Final Fantasy VI fue simplemente el mejor de la franquicia. Los temas de Ópera y las Bellas Artes se convirtieron en pilares principales del apartado sonoro del juego. Incluso el mismo Nobuo Uematsu confesó que éste fue un proyecto culminante para el, y en el que más disfrutó su trabajo.

El tema que más causó impacto por su sublime combinación con otros elementos de juego como la narrativa y el diseño de arte es el de la ópera. Aria di Mezzo Carattere, la pieza que comúnmente conocemos como la “Opera de Maria y Draco” se convirtió rápidamente en una escena viral que se quedó tatuada en la mente de quienes la presenciaron en su tiempo. El tema de Terra, que al mismo tiempo se trataba de la pista principal del juego no temió mostrar los lados más oscuros y lúgubres de los autores, y pocas piezas del mismo compositor han logrado alcanzar tal solemnidad en otros títulos.

 

El fin de una era y el principio de otra

Así, Final Fantasy VI fue la culminación de la era dorada de los RPG de Square, misma que continuó entregando experiencias de alta calidad que durante veinte años han intentado replicar el éxito de la sexta entrega. De las manos que nos trajeron Chrono Trigger, Final Fantasy VII, y The Last Story, se elaboró con cariño una de las más memorables historias conocidas en el medio del entretenimiento interactivo, y seguimos deseando que experiencias así se repliquen, y que la semilla que plantó Final Fantasy VI hace dos décadas siga dando más y mejores frutos.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg