No sólo está fundamentado en diálogos en textos, sino que la temática sólo podría ser posible en la tierra del sol naciente: ligar con palomos.
Ah, Japón. Indudable Meca de los videojuegos en donde se han creado muchas de la franquicias que todos disfrutamos y donde también existe la idea clara de que todos los públicos pueden jugar y, por ello, se construyen proyectos para los particulares paladares del aquel país.
Recientemente llegó a nuestro continente Hatoful Boyfriend, título de citas muy a la usanza nipona. No sólo está fundamentado en largos diálogos en textos, sino que la temática sólo podría ser posible en la tierra del sol naciente: ligar con palomos. Y sí, el choque cultural está asegurado.
Amiga, hay que ver cómo es el amor
Antes que nada, debemos aclarar un detalle: este juego está pensado para el público femenino. Tu personaje es una dama, o al menos tiene senos como una, por los personajes con los cuales interactúas. Es pertinente hacer esta aclaración, dado que gran parte de los prejuicios respecto al juego parten del estereotipo que se tiene del jugador nipón de sim dates, aislado del mundo. Recordemos que por allá las chicas también juegan desarrollos como el que nos ocupa y lo hacen de forma entusiasta. Tampoco podemos olvidar que son ellas quienes han hecho de otras series basadas en la humanización de cualquier otra cosa (como Axis Power Hetalia, en la que naciones toman forma de personajes lindos): auténticos hits.
Luego de ese breviario cultural, vamos con la historia: estás en St. Pigeonation, un colegio muy especial. Se trata de la más grande institución en Japón, de hecho en el planeta, en la cual se imparten enseñanzas de todo tipo a las aves superdotadas, desde matemáticas y ciencia hasta educación física.
Luego de seleccionar tu nombre, descubres que eres la única humana en todo el instituto. No sólo eso, sino que te rodea todo un harem de pichones guapos, cada uno con su propia personalidad y con detalles que los hacen únicos. Puede sonar a broma, y de hecho lo es, pero en el universo del juego se lo toman tan en serio como sea posible.
Desde el principio la historia toma tintes de cliché shoujo, pues cada personaje cumple roles estereotípicos en este tipo de tramas. Tenemos a Ryouta, el chico con personalidad relajada pero de buen corazón, el despistado profesor de matemáticas Kazuaki, el altanero Sakuya o el extrañísimo Okosan. Normalmente aparecen como fotografías reales de aves, dignas de un catálogo para avistadores, aunque existe la opción de mirarlos como personajes manga humanos. Por supuesto, estos avatares están diseñados como chicos lindos muy estilizados, al estilo de las historietas niponas para jovencitas (excepto uno, quien… ya verás).
Si has visto otras series harem de chicas, te imaginarás ya el tipo de historia que el título maneja. Tú, la dama del grupo, debe convivir con los muchachos. Cada uno expresa, muy a su modo, su personalidad. Algunos harán bromas acerca de su especie, su clase social, su pasatiempo característico, entre otros detalles. Está lejos de ser el humor más elaborado e inteligente del mundo, pero se agradece que por lo menos la psicología de cada pájaro quede bien definida.
Fuera de algunos giros muy extremos, la trama tiende a hacerse pesada entre las diversas bromas absurdas que te encontrarás. Debes estar muy acostumbrado a esta clase de humor nipón, fundamentado en la ironía y el sinsentido, para disfrutarlo. No es opcional, de otra manera te abrumarán los cientos de líneas con chistes simplistas que vas a leer.
Al igual que otros juegos de este tipo, tendrás opciones para elegir tu camino en la trama. Ya sea la respuesta que vas a dar a uno de tus pretendientes, los lugares a recorrer en el instituto, qué adquirir en la cafetería, o qué actividades realizar. Como resultado, detalles como tu carisma, inteligencia y vida cambiarán. Con base en estos atributos atraerás a tu pajarito ideal.
Podríamos celebrar los finales diversos que tiene, pero es una obligación del género. Ya sea que sea el tradicional término donde terminas con tu ave ideal o aquel donde corres la más terrible de las suertes. Se agradecen la variedad y los giros, aunque hasta este punto es lo mínimo que se exige.
Pobre tonto, ingenuo charlatán
Si no estás acostumbrado a las novelas visuales o los simuladores de citas, quizá te resulte muy pesada la interfaz. La interacción se limita a seleccionar opciones en un recuadro. Además, estos momentos de decisión ocurren con mucha distancia entre sí y son un tanto reducidos respecto a las largas secuencias de lectura. Por fortuna de muchos, puedes adelantar la historia hasta el momento en que debas ver qué sigue. Aunque, por supuesto, perderás mucha noción de lo que está ocurriendo en la trama.
Gráficamente es pobre, dado que su atractivo visual se reduce a fondos poco detallados, fotografías recortadas y avatares manga que aparecen sin mucho esplendor. No es que seamos muy exigentes, pero incluso títulos similares con algo de tiempo ya como Tsukihime se tenían esfuerzos más notables por hacer las pantallas atractivas y que ayudaran a contar mejor la historia. Ni qué decir de juegos más contemporáneos, en los cuales se anima por lo menos a los personajes que aparecen en pantalla mientras hablan. Sumado a lo simplista de la interfaz y lo pesado que llega a ponerse el argumento, seguro estos detalles terminarán por ahuyentar a un sector del público que llega a este título por curiosidad.
El humor tiene buenos momentos, ofrecidos por lo curiosas que son las personalidades de cada ave y algunos momentos en los que la trama toma tintes oscuros. Por desgracia, al menos para el público menos habituado a este tipo de historias, para llegar a estos momentos debes leer paja por varios minutos. Obvio, puedes evitarte mucho del absurdo que encuentras en el juego. Pero si lo haces, perderás mucho del contexto que estos breves aciertos conllevan.
Para rematar lo malo de su presentación, nos encontramos ante una banda sonora irrelevante, con tonadas repetitivas que sólo servirán para no tener mero silencio mientras das lectura a los diálogos.
De tu alpiste me cansé
Estamos ante un juego difícil de valorar, dado su particular contexto. Hay que ser realistas, está pensado para ser absurdo hasta para los entusiastas de un género muy peculiar y de nicho en su país de origen. Con esto en mente, si no eres cercano a la novela visual y los sim dates los aspectos de interés que podrías hallar son prácticamente nulos.
Si estás más acostumbrado a esta clase de juegos, debes tomar en cuenta que el fan service se limita a breves momentos en que los palomos toman forma humana. Asimismo, el humor peca de simplista y absurdo durante gran parte de su desarrollo. Hemos mencionado momentos más que gratos u obscuros que la rescatan un poco, pero son breves.
Si tu humor es muy random, estás dispuesto a pasar por estos largos, largos diálogos y no eres ajeno a lo extraño que puede tornarse Japón es muy posible que lo disfrutes. Incluso que le tomes un sabor más que agradable. Pero, como puedes ver, los requisitos son muy altos.
El desarrollo llega a ser menos sofisticado y elaborado que otros juegos del tipo, lo cual sumado a su pobreza gráfica y argumento duro de tragar para la mayoría le quita muchísimos puntos ante diversos desarrollos. Depende de ti, y de nadie más, si le das una oportunidad.
