PokeWeek: La historia de Pokémon en México

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PokemexPor Alan MB (@AlanMB)

Mi amigo Aure me pidió que escribiera sobre la historia de Pokémon en México, pero me disculpo de antemano porque simplemente no puedo contar esa historia sin contar la mía y la de mis amigos. Lo recuerdo todo muy bien. Era yo un chico de reciente ingreso a la escuela secundaria cuando hojeaba esas páginas de la revista Club Nintendo en las que reportaban sobre el éxito que estaba teniendo una franquicia llamada Pocket Monsters en Japón. En aquellas páginas de esa ya amarillenta revista que aún conservo, en un reportaje discreto con diminutas imágenes que apenas y se distinguían, vi por primera vez la imagen de Pikachu y, por alguna razón, me sentí inmediatamente atraído por el concepto. Un concepto tan poderoso, viéndolo en retrospectiva, que tan sólo por ver un par de imágenes en un reportaje que apenas y ocupaba un tercio de página me hizo querer aprender más sobre él.

Era una época temprana para el internet y yo me regocijaba investigando más y más sobre este videojuego que se había lanzado en Japón en 1996, curiosamente, el mismo día de mi cumpleaños número once. Atesoraba e incluso imprimía las imágenes que podía encontrar, exprimiendo ese viejo módem de 56 kilobaudios por segundo al máximo. De las opiniones que pude recopilar navegando en internet, la mayoría concordaba en que ese era un concepto “muy japonés” y que sería muy poco probable que saliera de Japón. Estarían en lo cierto en lo primero, mas no en lo segundo.

Llegando de la escuela un día de 1998, me emocioné con la noticia de que Pokémon sería lanzado en América. Al poco tiempo de eso, me llegó la segunda mejor noticia de ese año: el distribuidor de Nintendo en México organizaría un evento de lanzamiento para las versiones Rojo y Azul en un lugar de eventos llamado “Espacio 64”. Evidentemente tenía que asistir, fuera como fuera.

elitefour1999Para ganar una invitación a ese evento tenías que ser de los primeros en encontrar en el portal de internet de Nintendo México (sí, existía tal cosa) una serie de imágenes pequeñas con forma de Pokeball que estaban ocultas en todo el sitio. Cada una de esas imágenes tenía un enlace a una página con algunas imágenes de los 150 Pokémon; al encontrar todos y enviar los nombres por correo, así como las imágenes, conseguías un pase al evento. Recordemos que era la infancia del internet, una época mucho más simple e inocente. Creo que los organizadores no pensaron que bastaría una búsqueda en Yahoo (Google no era un nombre conocido aún) para encontrar los nombres, en Japonés, al menos. Pero yo no quería correr riesgos; tenía que conseguir las mismas imágenes que ellos habían diseñado y almacenado en su sitio para asegurar mi lugar legalmente con los nombres americanos que ellos habían puesto. Por fortuna, el webmaster me dejó el camino fácil: el nombre de las páginas tenía una secuencia. Iban en grupos de cinco, empezando por el primer nombre en inglés del Pokémon en ese grupo. Unos cuantos minutos de jugar con las URL, deduciendo en algunos casos el nombre americanizado final a partir del preliminar y boom. Tenía mi invitación. Debo haber sido de los primeros. Todo un hacker, me sentía yo.

Por supuesto que no era un hacker, ni estaba para nada cerca de serlo. Pero muchas veces en la vida los logros son cosas muy pequeñas que no valen tanto por lo que son, sino por lo que te hacen pensar que eres, por lo que te hacen pensar que eres capaz de lograr. Había tenido un momento de iluminación y supe en ese momento que quería hacer eso. Quería hacer páginas. Quería jugar Pokémon. Quería tomarlo en serio. Quería hacer las dos cosas que más me gustaban. Y terminé haciendo bastante de esas dos cosas por el resto de mi vida.

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Curiosamente, en el lapso entre escribir el párrafo anterior y éste, por poco pierdo mi vuelo. Me encuentro escribiendo ahora a bordo de un avión con destino a Houston, por un viaje de negocios. Ya tengo 29 años y trabajo en una empresa trasnacional, en un puesto que me ha llevado a visitar lugares que siempre había querido conocer. Me dedico a diseñar interfaces de usuario para aplicaciones web de monitoreo de flujos multifásicos en tiempo real. O más fácil, me dedico a hacer páginas web, como se lo explico en breves palabras a mi mamá. Y a pesar de los años, aún cargo en mi bolsillo mi consola portátil con mi juego de Pokémon.

pokemex-pokemon-naucalli-2006No sé si mi vida hubiera sido la misma sin Pokémon. Ciertamente, hubiera tomado un rumbo muy distinto. A lo largo de estos años, he conocido a muchas personas a quienes les ha pasado lo mismo. Pudo ser Pokémon, pudo ser Damas Chinas, pudo ser cualquier cosa, pero fue Pokémon. Un simple juego marcó una etapa de mi vida y de la de mis amigos. Aunque al principio no parecía que fuera a ser así.

Pokémon se lanzó en México ese 3 de octubre de 1998, pero no fue un éxito inmediato, como habría de descubrirlo entonces. Con gran decepción, vi como yo era el único en mi escuela que lo jugaba. Terminé el juego dos veces y no había logrado intercambiar un Pokémon con nadie más. Esa parte del concepto que tanto me había atraído, intercambiar y competir con otros, estaba ausente en mi experiencia. Resignado, guardé mi Game Boy Color con mi cartucho de Pokémon Red y lo dejé acumulando polvo por un tiempo. En ese entonces, se me hizo mucho pero, en retrospectiva, creo que fueron tan sólo un par de meses (cuando eres así de joven, la vida pasa más lento). Y así me quedé, albergando la esperanza de retomarlo algún día.

Ese día llegó en 1999, cuando visité por primera vez Estados Unidos de América. El fenómeno Pokémon tomó a ese país por sorpresa y pude ser testigo de primera mano del desarrollo de la “fiebre amarilla”. Regresé a México cargado de TCG, coleccionables y deseos de desempolvar mi Game Boy. Al poco tiempo, una gran noticia: la serie animada Pokémon se estrenaría en México en televisión abierta, en el Canal 5. Sabía que eso era lo que necesitaba para que el fenómeno se despertara en México. Y así fue. El 14 de junio de 1999 se estrenó la serie en México y la semilla se plantó. Decidí aprovechar el momento y me di a la tarea de encontrar, de una vez por todas, gente con quien intercambiar Pokémon.

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Así que tuve una idea. Aún conservaba el correo electrónico dirigido a los asistentes de aquel evento de lanzamiento, pues el organizador envió un correo masivo (recordemos de nuevo, era una época inocente de la internet donde la privacidad no era tan protegida). Copié las direcciones de correo y mandé un mensaje a todos ellos, invitándolos a un grupo de videojuegos en general que había creado el año anterior en Yahoo, pero que seguía vacío.

pokemon-pokemexEl grupo tenía un nombre que, admito, era terrible. Lo llamé Club Cybernetos. Quiero pensar que fue por eso que de una lista de, al menos, treinta destinatarios, el único que me respondió fue un sujeto que ahora es mejor conocido como Psyrax. Nos contactamos por ICQ y quedamos de vernos un día en una tienda de cómics en un centro comercial en el Estado de México llamado Mundo E para intercambiar Pokémon y completar nuestro Pokédex. Entablamos una amistad y decidimos crear una nueva página dedicada exclusivamente a Pokémon. Fue así que un 17 de octubre de 1999 iniciamos lo que nombramos, a sugerencia suya (ya había descubierto que nombrar cosas no era mi mejor virtud), Pokémex.

Y resulta ser que, en algún lugar no muy lejano, otra persona tuvo una idea parecida a la que tuve para contactar jugadores. No lo sabía entonces, pero este muchacho asistió también al evento de Espacio 64 en 1998. Su nombre es Fernando Riveroll, mejor conocido como Grow. Los dos enviamos una carta a Club Nintendo promocionando nuestro grupo de Yahoo! de videojuegos. La carta que publicaron fue la suya, pero me dio gusto porque sabía que sería una gran oportunidad para promover a Pokémex. Fue por esas fechas que construimos nuestro precario sitio web. Conseguimos nuestro propio dominio .com, lo que ahora es poca cosa, pero en ese entonces tenía mucho caché. Al poco tiempo, convocamos a un torneo en la misma tienda de cómics de Mundo E para formar el núcleo de nuestra comunidad, la Elite Four. Dos grandes amigos, Krono y Zak, resultaron vencedores de ese torneo y se incorporaron al equipo. Grow también se volvió muy cercano a nosotros.

Los torneos de videojuegos son cosa común en estos días, aunque no lo eran en ese entonces. No existía nada remotamente similar a una Frikiplaza. Nadie estaba haciendo torneos, ni reuniones, así que decidimos hacerlo nosotros. Lo que empezó como una serie de torneos en esa tienda de cómics y retas multitudinarias en el área de comida del mismo centro comercial (ah, como debieron odiarnos los locatarios por ocupar sus mesas sin consumir nada) pronto llamó la atención de patrocinadores. En 2000, un portal de subastas en línea, DeRemate.com, nos contactó con el interés de organizar un torneo en el Parque Naucalli el 9 de diciembre de 2000; el primer torneo de su tipo en México. Éramos cinco chavitos de 14 años pokemex-pokemon-ganadoressin ninguna experiencia en eso cerrando tratos en restaurantes caros (invitados por los directivos de una startup), con ninguna idea de nada en absoluto. Aún así, logramos organizar un evento que, no lo sabíamos entonces, marcó un hito en el juego organizado en México. En ese evento conocimos a personas muy importantes para la comunidad, como Joel Morales, mejor conocido como Coton; y a Ives Rountree, con quien nos aliaríamos para realizar eventos de TCG y quien eventualmente se dedicaría de tiempo completo al juego organizado de Pokémon como Organizador de Torneos Premier.

Para 2001, ya habíamos logrado conseguir la atención de Wizards of the Coast, quienes nos permitieron organizar el primer evento sancionado oficial de Pokémon TCG en el país. En 2002, conseguimos el apoyo del distribuidor oficial de Nintendo en México para organizar un torneo de Pokémon Stadium en las tiendas Sears, en el cual el primer premio era un viaje al Pokémon Center de Nueva York.

En 2004, recién entrados a la universidad, empezamos a organizar torneos en el Parque Naucalli, cada vez con mayor número de asistentes y más equipo de producción. Empezamos a agregar también torneos de Mario Kart, Smash Bros, Guitar Hero y hasta Mario Strikers, con las batallas finales proyectándose en una pantalla gigante en el escenario de un recinto teatral. Conseguimos el apoyo de Nintendo of America, quienes en 2005 nos obsequiaron un Nintendo DS autografiado por nada más y ni nada menos que Shigeru Miyamoto para darlo como premio para el primer lugar. En 2008, con el apoyo de Latamel México, organizamos el torneo en la sede de la Mole, Expo Reforma. En 2009, llenamos la Plaza Central del Parque Naucalli con 20 interactivos de consolas Wii para celebrar un gran torneo de aniversario.

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Pokemex fue creciendo al ritmo en que Pokémon crecía; y a la vez, nos negábamos a hacerlo. Ya entrados en los 25 años competimos como Elite Four contra hordas de entrenadores en las sucursales de GamePlanet como parte de la promoción del lanzamiento de las versiones HeartGold y SoulSilver y después Black y White. Ya no estábamos en las mejores condiciones, pero simplemente no podíamos resistirlo.

Pokemex Elite Four 2010Sin embargo, uno puede negarse a crecer hasta que la vida se lo permite. En muchas ocasiones, las presiones crecientes del trabajo, y en el caso de Coton y Mei, la familia, han limitado el tiempo que tenemos para dedicarle a nuestro proyecto. A pesar de todo, hemos procurado encontrar la manera de seguir.

En 2012, organizamos un torneo gratuito masivo en Expo Reforma como parte de la promoción de Pokémon Black 2 y White 2, patrocinado por Latamel y producido por su agencia de publicidad, con un presupuesto que ni siquiera hubiéramos podido soñar cuando comenzamos. Y justo en este 2014, el esfuerzo de tanto tiempo rindió frutos: logramos traer a México un evento premier de Juego Organizado para el videojuego de Pokémon, el primero en su tipo en América Latina. Es muy probable que para el año que entra, México tenga un rol mucho más grande en la participación de competencias del videojuego de Pokémon a nivel mundial. Nada mal para un grupo de chavitos sin idea de lo que estaban haciendo.

También queremos reconocer el esfuerzo de nuestro amigo Ives, a quien siempre agradeceré por hacer lo que ninguno de nosotros se atrevió: dedicarse por completo a esto y promover el desarrollo del juego organizado de TCG de forma espectacular por prácticamente una década, poniendo a México en el mapa en las competencias internacionales. O el esfuerzo de Grow, quien eventualmente ingresó a trabajar a la industria de los videojuegos y que continúa impulsando los esfuerzos de Pokémex por promover el juego organizado ahora en su tierra adoptiva (Monterrey), apoyando a comunidades crecientes como NSM y Pokemonterrey.

Las grandes cosas tienen comienzos simples. Me gusta pensar que hay al menos un fan de Pokémon que, mientras lee esto, recuerda el impacto que tuvo este juego en su vida, porque hay muchas historias de Pokémon en México; ésta es tan sólo la nuestra. La de los inadaptados que formaron a una comunidad pionera (y de las más importantes de su tipo); una que, sin temor a equivocarme, es una piedra angular en el desarrollo del juego organizado en nuestro país.

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Ésta es la historia del niño que, en su búsqueda por atrapar a todos los Pokémon, atrapó una de las mejores experiencias de su vida; la historia de los estudiantes muertos de hambre que fuimos a cenar con un directivo de Nintendo of America al restaurante de un caro hotel sin saber si íbamos a tener que pagar nuestra cuenta; la historia que me llevó a salir en un popular canal de televisión por cable contando lo mismo que estoy contando ahora, pero con muchas menos palabras; la que llevó a Ives a ser el primer juez mexicano en la final de un mundial de Pokémon; la que llevó a Grow, Coton, Mei y a muchos otros a encontrar el amor, e incluso a formar una familia; la que convirtió a rivales en amigos y a amigos en rivales; la que ha llevado a un gran número de personas a participar en nuestros torneos, foros y redes sociales, creando amistades y fundando comunidades que existen hasta la fecha.

Quién sabe qué otras historias nos depare Pokémon a todos en el futuro, pero me muero por conocerlas.

Conoce al Colaborador

Alan Mandujano Burgos (Ciudad de México, 1985) es Ingeniero en Sistemas egresado del Tecnológico de Monterrey. En 1999 fundó Pokémex, la comunidad Pokémon más importante de Latinoamérica. Actualmente es Senior Solutions Architect en Schlumberger Ltd.

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