Los Editores: Usar las piezas no sólo para niños

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Debo admitir que cuando vi que LEGO tendría una película llamada La película me pareció algo muy redundante (por no decir raro). Ni hablar de cuando este título fue adoptado por el videojuego. ¿Entonces? Quienes hemos jugado algún título de LEGO sabemos que tenemos casi asegurada una buena dosis de humor y de parodia. En general, para aparecer en la industria de los videojuegos, ha aprovechado tanto la fama y el nombre de algunas franquicias que tanto éxito tuvieron en el cine. Después apostó por sus propiedades intelectuales (LEGO Legends of Chima y LEGO City), obteniendo muy buen resultado entre los consumidores (aunque, después de todo, la mecánica del juego es la misma).

           LEGO The Movie está en cartelera.
Una película para niños, pensé
.

En realidad no lo digo como algo malo, me gusta mucho verlas y analizar qué mensajes dan a los niños porque, a final de cuentas, la verán mil veces hasta que aparezca otra, querrán ser como el protagonista de la peli, pedirán su fiesta de cumpleaños temática.

Fue así como conocí a Emmet, un obrero que cumple con todas las normas sociales que vienen en el manual (incluso las de cómo ser feliz) de esta enorme ciudad. Lo acompañé en un día de trabajo, un día como todos los demás. Sin embargo, no todo es increíble, Emmet no se ha dado cuenta de que no tiene amigos y que es tan simple y normal que nadie le presta atención.

Por otro lado, está Estilo Libre (WildStyle), una chica que siempre ha buscado ser la elegida, aquella persona capaz de salvar al mundo de los terribles planes del Señor Negocios, una chica que ha pasado toda su vida esperando ese momento. Por casualidad, Emmet encuentra la pieza que ella buscaba.

La profecía dice que el elegido la encontrará. Es así como, por accidente, Emmet pasa de ser un ciudadano cualquiera a ser una persona especial y necesaria en el mundo.

Si hay algo que seguramente nos gustaba a todos era la magia de construir lo que quisiéramos a partir de una unidad mínima, en este caso, un LEGO. Pero el Señor Negocios quiere que cada mundo permanezca intacto, que incluso no se mueva. Es por eso que gracias a su poderosísima arma podrá controlar estos mundos si nadie hace nada, es decir, si nadie tapa ese pegamento.

A lo largo de la historia, veremos cómo Emmet estaba acostumbrado a pensar como todos, a hacer lo que le decían, a no ir más allá. Emmet es un ciudadano cualquiera, NO es un maestro constructor, hecho que los demás héroes de esta historia le reclaman, después de todo, la profecía dice que alguien nos salvará y éste no sabe ni armar un cochecito… Sin embargo, entiende que es importante en esta historia y, aunque no es el héroe que esperaban, se compromete causa y, lo más importante, con los demás.

¿Entonces cómo salvaremos al mundo? Con lo inesperado: con saber que lo que llaman mala  idea no siempre es mala y que muchas veces para vencer debes saber, al pie del manual, cómo piensa el enemigo.

Para salvar al mundo basta creer que puedes hacer algo increíble por las personas que te importan, dejando de lado lo arriesgado de la supuesta causa perdida.

¿Y esa no es la lección de un gran porcentaje de las películas para niños? Sí, lo es. Y creo que es una lección muy valiosa, que no por ir disfrazada de LEGO es tonta o simple. No sólo porque fomentemos la creatividad de los niños, sino porque los invitamos a que conozcan sus límites y a que los superen, a que vayan formándose como individuos, cada uno con sus intereses y su forma de ser dentro de una sociedad.

¿Razones para verla? La película tiene buen humor, el doblaje es bueno, tiene muchos escenarios y explora este mundo con diferentes situaciones; los personajes son graciosos, muchos refieren a grandes películas, lo que asegura unas risas adicionales. Es ahí donde viene la verdadera sorpresa:

LEGO The Movie no es una película para niños.

Lo genial es que podemos ir a disfrutarla como niños y como adultos ver el otro mensaje, la historia adyacente, la que dice que ponemos barreras. Considero que los últimos minutos de la película son los que dejarán pensando a la mayoría: ¿cuándo pasó? Muchos podrían darse cuenta de que tienen un Señor Negocios dentro. Sí, LEGO es una película que debes ver si te gusta reflexionar un poco. No importa que las lecciones vengan contadas por personajes amarillos y cuadrados, lo valioso es cómo lo hacen a través de una historia para niños. 

Y lo más importante: LEGO The Movie es capaz de criticar a la sociedad a partir de una anécdota sencilla y variedad de personajes, es capaz de cuestionar cómo son las piezas que forman parte de nuestra familia, de nuestro entorno. ¿Quién diría que cada pieza que forma esta sociedad es como una pieza LEGO? La forma y el contenido van de la mano en esta película, aunque los más pequeños no lo distingan.

La película ataca los estereotipos y también a quienes subestiman el potencial. No hay piezas inservibles o simples, sólo hay que saber cómo usarlas y luego atreverse a hacerlo diferente.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg