Review – The Last of Us: Left Behind

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Una porción excelente de un juego excelente, pero que también pudo fácilmente venir como parte del original.

Siempre queremos más y más de las cosas que nos gustan, o de las cosas que reconocemos están bien hechas. Muchos de nosotros al terminar The Last of Us, no pudimos evitar pensar “quiero más” con cierta incomodidad, ya que la fuerza de la historia pedía un cierre permanente por respeto a sí misma. De cualquier manera, los éxitos siempre se buscan alargar, y después de lo bien que le fue al estudio norteamericano Naughty Dog, tanto en ventas como ante la crítica con este juego, era obvio que tarde o temprano veríamos contenido extra.

Desde el anuncio del DLC Left Behind no podía evitar los sentimientos encontrados, ya que The Last of Us fue una de las mejores experiencias que viví el año pasado en cuanto a videojuegos y, encima, la historia en sí deja muchos huecos. Además del juego, desde el año pasado pudimos leer The Last of Us: American Dreams, publicado por Dark Horse Comics y con guión de Neil Druckmann (guionista y codirector del juego) y arte de Faith Erin Hicks (conocida por la novela gráfica Zombies Calling). En este cómic conocimos a Riley, la mejor amiga de Ellie antes de los eventos del juego y de que se encuentre con Joel. Durante sus cuatro entregas, American Dreams no fue tan concluyente como nos hubiera gustado, y terminó dejándonos con ganas de más, que automáticamente generaron expectación con el anuncio del DLC, publicado hace poco formato digital en la PSN.

De entrada, este agregado al juego presenta el mismo gameplay que ya conocemos, usando en este caso únicamente a Ellie. Se nos cuentan dos partes de la historia de forma paralela: una parte llena el hueco del juego principal en el que pasan los meses mientras Ellie cuida a Joel, que está herido luego del enfrentamiento con el grupo de caníbales. Ya que The Last of Us no nos explica con detalles ese episodio, ésta es una buena oportunidad para conocer desde la perspectiva de Ellie. La otra parte son los eventos después deAmerican Dreams, que deberían llevar a la separación entre Ellie y Riley, cosa que no se explica en el juego.

Más allá de la curiosidad por llenar la historia, Left Behind no aporta mucho más al universo de The Last of Us, y sinceramente, el juego en sí no parece necesitar estos agregados. Me es bastante difícil explicar esto ya que el DLC no está mal hecho: el guión es –como era de esperarse– impecable, y el pretexto del gameplay nos pone en situaciones que vienen mucho al caso para entrar en los zapatos de los personajes.

Ya que en los dos lados de este DLC controlamos a Ellie, realmente no se enfoca en combate, sino en el sigilo. Nos enfrentamos tanto a infectados como a humanos conscientes, de los que más bien tenemos que escapar, y usar uno que otro truco para resolver la situación. Los dos lados de la historia se van alternando con esos cortes que ya son clásicos en el juego, en los que estamos ante una escena intensa que concluye en pantalla negra para dar paso a lo siguiente; así es como saltamos entre la historia con Joel y la historia con Riley.

El ritmo es bastante agradable y nos mantiene a la expectativa, sin embargo, la duración total es más bien corta, llevándonos a cuestionar si es una compra justificada. No es que esté mal hecho; se trata de una porción excelente de un juego excelente, pero que también pudo fácilmente venir como parte del juego original, ya que ni la estructura, anécdota, ni las mecánicas del DLC requieren separación del juego principal; después de todo, acabamos The Last of Us sin conocer sobre Riley, y aún así tuvimos un buen entendimiento de la psicología de Ellie. Aun como fan del juego, después de acabarlo, no estoy seguro de que el DLC haya sido una adición completamente necesaria. Tan sólo pensemos en los juegos completos de podemos comprar con los 15 dólares que cuesta este Left behind.

El desenlace no es sorprendente ni aparatoso, más bien es sobrio, bien pensado e introspectivo. Más que decirnos lo que pasa o no pasa, nos ayuda a entender los motivos de los personajes. De hecho, el recurso de elipsis que tiene el juego en general –o sea, de omitir partes de la historia para crear tensión y expectativa– se repite al final de la historia, dejándonos de contar una parte que esperamos ver con muchas ansias.

Este juego es exclusivo del PlayStation 3 pero próximamente saldrá para PlayStation 4×

No es que Left Behind sea un mal juego o DLC; podríamos decir que tiene la excelencia que Naughty Dog imprime en todos sus productos, y está por encima de muchos otros productos similares, pero tampoco podemos pasar por alto que es una compra suntuosa, y que no todos podrían darse el lujo de pagar 15 dólares por un par de horas que podríamos omitir. En todo caso –tanto el juego como su historia– se trata de un oasis agradable entre la desesperanza del mundo.