Review – Tomb Raider Definitive Edition

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¿Vale la pena hablar de esto? Sí porque es un excelente juego. No porque es exactamente el mismo que ya conocíamos.

Tomb Raider es una de las franquicias más importantes de la historia de los videojuegos. No es un asunto de ventas, número de lanzamientos o la calificación de sus entregas; durante estos casi veinte años de existencia, esta serie y la figura de Lara Croft han dejado un notable impacto en la cultura popular, lo cual sólo puede ser positivo.

Muchos crecimos jugando desde el primer título, allá en la era de 32 bits, a través de un desfile interminable de consolas. Desde la época en que el estudio británico Core Design desarrolló el primer juego de la serie, allá en 1996, hasta hoy, han sucedido varias cosas, incluyendo el cierre de éste. A partir de 2006 hasta ahora, la franquicia permanece en manos de los californianos Crystal Dynamics, que el año pasado nos entregaron un reboot de la serie. En ese momento, Tomb Raider ya no tenía la popularidad que tuvo a finales de los noventa, por eso fue el momento perfecto para presentar una nueva Lara Croft que se readaptaba a los rápidos tiempos que le tocaba vivir y a la evidente evolución de la tecnología que le dio vida.

El reboot se llamó simplemente Tomb Raider, y parecía que había aprendido una gran lección de los juegos de aventura modernos que la misma serie inspiró durante años. Esta entrega, publicada por Square Enix, fue un éxito crítica y también comercialmente, vendiendo más de tres millones de copias entre Xbox 360, PlayStation 3 y PC.

Ambas versiones corren a 1080p, pero sólo la de PlayStation 4 alcanza los 60 cuadros por segundo.

Como era de esperarse, con el lanzamiento de las consolas nextgen, tarde o temprano veríamos ports y nuevas reediciones de los juegos más exitosos de la anterior generación. Poco a poco, habrían de llegar ediciones Game of the Year –ahora sí– completas, con mejores gráficos y mayor resolución. Tomb Raider no sería la excepción, pero lo que quizá sorprendió fue la prontitud con que llegó a nosotros esta “edición definitiva” para PlayStation 4 y Xbox One.

¿Vale la pena hablar sobre este juego? Sí y no. Sí porque es un gran juego que hace muchísimas cosas bien: cumple las expectativas de un lanzamiento AAA, está a la altura de una franquicia con semejante trayectoria y ofrece una de las mejores aventuras que vivimos en nuestras consolas (y ordenadores). No porque éste es el mismo juego. Exactamente el mismo juego. El año pasado publicamos la reseña, dándole una favorable calificación de noventa, que en este momento se mantiene.

Ahora que pude jugar la Definitive Edition en PlayStation 4, comprobé que es igual de disfrutable y emocionante que el año pasado. Realmente no es mucho tiempo el que ha pasado, pero hay títulos que, en periodos más cortos, pierden el encanto.

Es la misma historia, son las mismas mecánicas, y las mismas geniales actuaciones de voz.

¿Cuál es entonces el caso de tener una nueva versión? ¿Los gráficos? Si bien esta edición además incluye el contenido DLC –que son básicamente los mapas multiplayer– esto no debe ser considerado mucho ya que eso significa que, mejor dicho, la versión original del juego estaba incompleta, como tantos productos que salen al mercado de los videojuegos. Desde que vimos las primeras imágenes del juego, se notaba una favorable diferencia al respecto de sus contrapartes en consola… sin embargo, rápidamente escuchamos una voz decir “pero se ve como la versión de PC”, lo cual no está lejos de la verdad.

No es un secreto que muchos juegos se hacen originalmente para PC, siendo ésta la versión más cercana a la idea de sus desarrolladores. Entonces, para adaptarlo a consolas, quitan elementos, optimizando así el rendimiento. En cualquier caso, esta Definitive Edition no se trata de meramente de más texturas aquí y allá, sino que de verdad se nota que revisitaron muchos detalles: el modelado de los personajes, las animaciones corporales, la física de muchos objetos, el follaje, etc. Donde más se nota el trabajo extra es en –no digan que no lo vieron venir– Lara Croft. Su rostro es mucho más estilizado y realista. Pero, volvemos al asunto: ¿esto de qué me sirve? Realmente de poco.

Éste es uno de esos juegos emocionantes que te piden que no los sueltes hasta que lo termines.

¿PlayStation 4 o Xbox One? Desde antes del lanzamiento del juego, se informó que habría algunas diferencias entre plataformas, sobre todo en el frame rate. Esto no es nuevo y desde que se anunciaron los primeros juegos multiplataforma nextgen, se volvió una discusión sempiterna, y en muchos casos baladí. Obviamente, nada justifica que hoy en día haya juegos (por ejemplo en Xbox One) que no corren a 1080p nativo; al menos éste no fue el caso. Ambas versiones de Definitive Edition corren a Full HD, sin embargo, sólo la de PlayStation 4 alcanza los 60 cuadros por segundo.

De acuerdo a pruebas realizadas sobre la versión comercial, en Xbox One corre a un promedio de 30 fps, y en PlayStation 4, a 53 fps; esto aplica tanto para cinemáticos, como para gameplay. Es bueno saberlo pero, después de todo, darle demasiada importancia a esto es banal: se trata del mismo juego en ambas consolas. La crítica entonces va para la plataforma por no permitir a los desarrolladores explorar al máximo su juego; de todas maneras, esto no debería ser un impedimento para disfrutarlo. Es la misma historia, son las mismas mecánicas, las mismas geniales actuaciones de voz.

Más allá del esplendor visual, hay otra mejora: jugar con el Dualshock 4 es fantástico. No es que el año pasado me quejara del control anterior pero, ahora que estoy acostumbrado al nuevo, veo que hay un manejo más cómodo y preciso. También está el detalle de que la luz del control se prende de un color que hace referencia a lo que sucede en pantalla (sí, un detalle vanidoso).

Para esta reseña se usó la versión de PlayStation 4, pero también está disponible en Xbox One×

Éste es uno de esos juegos emocionantes que te piden que no los sueltes hasta que lo termines. Debo decir que, a pesar de que el año pasado lo jugué hasta acabarlo, ahora que volví a la versión de PlayStation 4, no tuve problema alguno por ello ni sentí que perdía mi tiempo. ¿Por los mejores gráficos? No, sino porque es un gran título que vale la pena jugar, sobre todo si por alguna razón no lo hicieron el año pasado. Además, quienes estén estrenando una consola de nueva generación tienen en Tomb Raider Definitive Edition una gran opción para sacarle provecho.