Turn 10 nos entrega un título que está a la altura de las expectativas de una nueva generación, y con mejoras que van más allá de verse “realista”.
Cuando de franquicias exclusivas de Xbox se trata, pocas son tan estables como Forza. Turn 10 se encarga de que, en cada entrega, encontremos un trabajo impecable.
Turn 10 me recuerda a Studio Liverpool (famosos por Wipeout), siempre explotando sus consolas al máximo. Forza 5 es un Forza completo a 1080p; nada de juegos a medias en día de lanzamiento. De hecho, su desarrollo comenzó hace bastante tiempo, y los autos que pudimos ver en Autovista eran básicamente los modelos que estaban trabajando para Forza de Xbox One.
Hace unos años tuve la posibilidad de visitar los estudios de Turn 10 en Redmond; al ver sus oficinas y platicar con algunos miembros del equipo, comprobé la gran pasión que tienen por el automovilismo, y la increíble competencia que son para Gran Turismo.
Durante las más de dos horas en que tuve oportunidad de probar Forza 5, me quedó claro que es su mejor trabajo hasta la fecha. Turn 10 nos entrega un título que está a la altura de las expectativas de una nueva generación, y con mejoras que van más allá de verse “realista”. De hecho, me atrevería a decir que los simuladores de autos llevan ya un tiempo con gráficas foto-realistas, y las mejoras ahora se inclinan a la física y a la inteligencia artificial.
Forza 5 se ve increíble. Basta con ver Yas Marina Circuit a 1080p, y corriendo a 60 cuadros por segundo, para empezar a creer en las capacidades del Xbox One. Me da muchísimo gusto cuando un desarrollador se compromete a equilibrar el rendimiento con la presentación, respetando al jugador y su inversión, haciendo un demo técnico de su nueva consola y su HDTV.
Creo que para quienes únicamente juegan en consolas, la mayor sorpresa de esta generación será por fín ver sus televisiones corriendo en resolución nativa. La diferencia es algo obvio, no un capricho exquisito; una resolución nativa es algo que como consumidores deberíamos de exigir. Los videojuegos deberían estar regulados para correr en 1080p, sobre todo con el hardware del Xbox One y el PlayStation 4.
Los autos de Forza están rendereados con un nivel de detalle absurdo: “no creerías lo difícil que es recrear la textura de plástico barato”, me comentaba Dan Greenawalt (director del juego), mientras me describía con pasión un carro compacto. Todas las careers de Forza 5 cuentan con la informativa/humorística descripción de Jeremy Clarkson de Top Gear, creando una atmósfera increíble tanto para los amantes del automovilísmo, como para cualquier jugador que esté apenas probando los increíbles simuladores que tiene la industria de los videojuegos.
Recomiendo ampliamente Forza 5 a cualquier jugador, inclusive a aquellos que jamás han tocado un simulador, ya que los settings te permiten personalizar asistencias para novatos y veteranos. Créanme que ningún otro simulador es tan amigable como lo es Forza.
Dentro de las novedades en que más enfasis hizo Greenwalt, está Drivatar, un sistema que ve cada uno de tus movimientos, e intenta armar una inteligencia artificial que actúe como tú, y posteriormente pueda correr en tu nombre. Greenawalt describe los resultados como algo que nunca habían visto en una inteligencia artificial, haciendo mucho más realista e impredecible el comportamiento de los corredores que en los otros juegos de carreras.
Probablemente algunos se molestarán de ver que el roster ha bajado a 200 autos, pero me queda claro que Forza 5 es el juego más completo en el lanzamiento del Xbox One. Las nuevas adiciones y sus impecables gráfico, hacen de Forza un título irresistible para esta nueva consola, todo fan sabe que mientras Turn 10 esté a cargo de la serie, estamos en excelentes manos.
