Reseña: FEZ

TRENDING

A las pocas horas de estar dentro de FEZ tuve un momento sagrado: vi cómo atardecía sobre una isla, mientras los sprites de una rana y un pajaro reflejaban todo lo que amo de los videojuegos. Este hobbie pasó de ser mi juguete a un estilo de vida: FEZ es mi vida y probablemente también la tuya.

FEZ relata la historia de los videojuegos. Corrección: relata la historia de todo lo que amamos de los videojuegos y nos lo entrega en 273.45 MB. Disculpen mi burda medida de la obra, pero necesito una referencia que sea lo más cercano a un volumen. FEZ es mucho.

La espera fue eterna. Durante casi cinco años esperamos y, finalmente, aquí está en mi Xbox, en la tranquilidad de mi sala, en mi hogar. En esos años las personas cambian. Descubrí FEZ en mi computadora al igual que ustedes, pero en 2008 jamás pensé que, cuando el juego fuera lanzado, viviría en otra ciudad, ni mucho menos trabajaría escribiendo de videojuegos para ustedes. Es un honor para mí escribirles este texto, que, más allá que ser una reseña, es una invitación a que vivan lo que a continuación escribo.

Con el paso de los años, afortunadamente, la apreciación hacía las obras ha ido cambiando. Los seres humanos hemos creado cosas que no tienen explicación. En mi vida, por fortuna, han existido estos momentos en contadas ocasiones. El primero que recuerdo es el día que mi papá me mostró La mujer llorando (Dora) de Pablo Picasso. Al día de hoy, al igual que el cine y la fotografía, creo que los videojuegos son capaces de producir una experiencia estética —no todos, pero sí algunos pocos.

No estoy diciendo que los videojuegos sean arte y ni siquiera quiero entrar en esa discusión, pues, sinceramente, ni me interesa. Lo que realmente me intriga es cuáles son las entrañas de FEZ y de dónde viene su genialidad. ¿Será que los videojuegos han llegado al punto de hacer autorreferencias? FEZ es capaz de reflejar todo lo mágico que han hecho los videojuegos durante estas generaciones. Probablemente sea uno de los mejores ejemplos que capturen la esencia de los videojuegos.

Gómez es nuestro personaje en FEZ y se límita a serlo. Jamás es como si estuvieramos en sus zapatos: Gómez es Gómez, de la misma manera que Samus era Samus en los Metroid de 2D. Las mecánicas de FEZ son un tributo entero a todo el Metroidvania y bien podría ser una tesis titulada “El Metroidvania a travéz de los años”.

Durante todo el tiempo que jugué FEZ no era como si estuviera buscando un desenlace. Sólo me dediqué a explorar cada una de sus esquinas, a descubrir sus acertijos y a alejarme del Internet. Me aparté de todo lo que pudiera remotamente darme respuestas para avanzar en el juego.

FEZ puede convertirse en una experiencia bastante solitaria. Yo lo compararía con la sensación de entrar a un bosque solo. Por supuesto que hay gente. Claro que hay animalitos. Sin embargo, el aislamiento dentro de él es como caer personalmente al agujero de Alicia. Habrá momentos donde habrás cavado tan profundo que olvidarás de dónde vienes. Ése es el propósito de FEZ: perderte en su densa selva de islas.

FEZ es enorme y, aunque la conexión entre los niveles no es como entrar de un cuarto a otro, la sensación de lazo y estructura como el mundo en que vivimos existe de maneras inexplicables. Es como cuando soñamos que estamos en nuestra casa y, al abrir una de sus puertas, estás en tu escuela o trabajo.
—-
Hay magia en la música de FEZ. La banda sonora, compuesta por Disasterpeace es, en mi opinión, una de las mejores cosas que los videojuegos han aportado a la música. Imaginen si Vangelis hubiera compuesto algo que hiciera tributo a la música en 8-bits. Así de bueno es.

La unión de todos sus elementos son lo que hacen grande a FEZ. En contadas ocasiones hemos podido disfrutar de algo cocinado en casa. A un lado de FEZ, la mayoría de títulos de la industria parecen cocinados en microondas. Hay detalles en él que parecen caprichos de un sólo uso. Como si, en lugar de hacer motores para hacer mil cosas, el buen Phil Fish y compañía hubieran trabajado meses enteros para hacer un sólo detalle. Pueden ser cosas pequeñas, pero ese esfuerzo extra es el que hace toda la diferencia para hacer un juego con corazón.

FEZ es para los aventureros, para aquellos que no quieren una guía, para aquellos que quieran perderse. Cuando compartí el juego con otra persona (desde el principio) me dí cuenta que tiene varias maneras de comenzar. Durante la primera hora de juego probablemente cada uno de ustedes esté en lugar distinto del camino que yo tomé. Procuren hablar con otras personas de FEZ, pero jamás busquen respuestas en otro lado. Dejen que el espíritu del mundo antes del Internet regrese aunque sea unos días, pues no hay nada mejor que descubrir FEZ por ustedes mismos.

El diseño de niveles en FEZ es tan inteligente que no puedo ni siquiera imaginar los documentos de diseño ni mucho menos las millones de horas que debío tomar hacer beta-testing para evitar (en su mayoría) que puedas hacer trampa. La mecánica de rotación para modificar la dimensión en la que te encuentras no es algo nuevo en los videojuegos; sin embargo, el verdadero logro de FEZ no sólo reside en sus mecánicas, sino en la manera que la música, las gráficas y todo lo que involucra su creación está compuesto para ser un tributo magnífico a los videojuegos. No sólo me refiero a los 8-bits, me refiero también a los 16, 32 y todos los involucrados hasta el día de hoy. FEZ es un hermoso poema de los videojuegos.

En FEZ nadie te estará molestando. Cada quien podrá avanzar a su propio ritmo y, en muchas ocasiones, te encontrarás parado, contemplando cada uno de sus detalles: el azul de sus cielos, los reflejos del agua, el sonido de las cascadas, los atardeceres.

Algo siempre presente en FEZ es el misterio. Es súper interesante entrar a una habitación sólo para ver lo que está escrito en sus paredes. Sutilmente, en sus interiores residen miles de detalles. No pongo aquí mis notas, porque creo que ya ni yo las entiendo. Recomiendo no sólo hacer garabatos: dibujen y tomen fotografías de la pantalla. Traten de decifrar los idiomas dentro del juego. Empápense de todo lo que ofrece. FEZ no es algo que suceda todos los días.

La inspiración dentro de FEZ no nació sola. Han sido años de videojuegos los que han logrado esta obra. Dentro de él hay millones de detalles que hacen referencia a grandes momentos del medio.

No quiero adelantar cómo FEZ rompe la cuarta pared, pero siempre es grato cuando un desarrollador extiende la mano para casi casi tocar al usuario. FEZ es justo lo que soñamos cuando pensamos en videojuegos: encontrar mapas, buscar objetos, resolver acertijos y, sobre todo, disfrutar la dulce ilusión de progreso que sólo nuestro medio es capaz de ofrecer. Las capacidades únicas de los videojuegos para transmitir un sentimiento (más allá de sólo contar una historia) es algo que se ve perfectamente reflejado en FEZ.

Polytron ha creado una carta para todos aquellos que disfrutamos de los videojuegos y nos ha recordado exactamente por qué nos enamoramos de ellos. Varios caminos nos llevan por una casi inagotable fuente de creatividad que reinventa los juegos de plataformas en caprichosas maneras que reflejan la genialidad de la mente humana. FEZ no sólo es un juego, es un suceso en la historia de los videojuegos y uno de los mejores ejemplos de lo que hace único a este medio que tanto disfrutamos.

DIEZ

FEZ ya está disponible en Xbox Live Arcade, cómpralo aquí.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg