Reseña: Alan Wake’s American Nightmare (DLC)

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Por fin llegó a nuestras manos el esperado DLC de uno de los juegos más emblemáticos del Xbox 360, Alan Wake. Pero no se trata de un DLC cualquiera. Es una experiencia diferente, con una buena cantidad de adiciones nuevas, pero manteniendo la misma línea que inmortalizó al juego original. Por supuesto que no está exenta de errores, aunque habrá que poner las cosas en una balanza.

Alan Wake’s American Nightmare continúa con la misma línea de los eventos ocurridos al finalizar el primero título, sólo que en esta ocasión, Alan vuelve a estar atrapado dentro de la otra dimensión, pero ahora es acosado por una especie de alter ego oscuro llamado Mr. Scratch, dedicado a hacerle la vida imposible.

Si bien es importante conocer la historia del primero juego, cualquier persona que le ponga las manos encima a American Nightmare podrá tomar el hilo muy rápido. Por otro lado, si son fans desde el inicio, se van a sentir como en casa al jugarlo. Aunque esto no necesariamente es bueno.

Si terminaron Alan Wake, sentirán este demasiado fácil. Los enemigos son prácticamente los mismos, pero ahora se unirán los splitters, que al principio serán un dolor de cabeza pero después de matar unos cuantos, dejarán de ser molestia, o los cuervos, que ahora se materializan en forma de… demonioshombre que te atacarán salvajemente. Para hacerles frente vas a contar con una buena gama de armas, mismas que podrás encontrar botadas a lo largo de Arizona o bien, en maletas que podrás abrir al reunir cierto número de manuscritos. Y aquí es donde entra un punto clave de este nuevo DLC. Los manuscritos obtendrán un valor completamente diferente que en el primer título. Aunque siguen contándote detalles de la historia, ahora servirán como tokens para desbloquear armas, tanto en el modo de historia como en el modo Arcade Action, que más adelante abordaré.

Dentro de la nueva librería de armas encontraremos pistolas automáticas, rifles de caza, ballestas, escopetas de combate y, una de mis nuevas favoritas, la pistola de clavos. También tenemos las clásicas flashbangs, bengalas y pistolas de bengalas, pero algo que resultó un poco decepcionante es que el factor “casi ya no tengo balas y estoy rodeado de enemigos” ya no es tan común como el primer juego. Ahora existen muchas estaciones para recargar (mismas que aparecen en tu radar) y no tendrás tanto la preocupación de estar buscando cajitas con balas para tu 9mm. Pero esto tiene una razón de ser. El juego tomó una línea más de acción en el modo de juego, incluso los escenarios ya no son tan tétricos como antes. Recorrerás pequeñas partes del desierto de Arizona, autocinemas y hasta observatorios.

Let’s do the time warp… again…

No voy a arruinarles detalles de la historia, pero es necesario hacer mención de algo muy importante que, depende de su actitud ante el juego, les va a arruinar la experiencia o bien, será una vuelta de tuerca muy chida. Si son de los quieren terminar el juego de volada para saber cuál será el destino de nuestro héroe y se fijan más en la acción, el segundo acto los va a decepcionar un poco y puede ser que vuelva todo un poco tedioso. Pero enfrentémoslo, Alan Wake (en todas sus presentaciones) es un juego de historia en el que debemos anteponer la narrativa a las especificaciones técnicas. Si lo ven así, el segundo acto no será ningún problema.

Y ya que estamos comparando, una de las adiciones que más aplaudo es la incursión de videos en acción real (con actores) para contar la historia, dejando de lado los cinemas con gráficos reales que caracterizaron al primer juego. También, cada que llegues a una televisión, verás fragmentos de la historia contados también con actores reales, en los que podemos apreciar al señor Scratch cometiendo toda clase de crímenes. Estos pequeños videos me recordaron inevitablemente al libro y película “American Psycho”.

Cuando terminen la historia, podrán expandir la experiencia Alanwakera con el modo Arcade Action, en el que tendrán que ir por diferentes escenarios eliminando la mayor cantidad de enemigos antes de que amanezca. Es un modo muy adictivo, en el que sí sentirás la presión de quedarte sin balas en cada oleada. Además, todos los manuscritos que consigas en el modo historia te servirán para desbloquear armas aquí también. Seguro que este modo tendrá buena repuesta por los fans, y no dudo que en el futuro, Remedy implemente el modo para varios jugadores en Arcade Action.

Alan Wake’s American Nightmare es una adición estupenda para los fans que quieren probar algo ligeramente distinto de nuestro “Campeón de la luz”, y lo mejor es que atraerá a un público nuevo que, si nunca le pusieron las manos encima al primer título, este en definitiva puede servir de gancho (y entrenamiento). Es una lástima que sea tan corto y no tenga tanta variedad, aunque supongo que eso se debe a que los chicos de Remedy nos malacostumbraron con el excelente primero título. Pueden comprarlo en Xbox LIVE Arcade por 1200 puntos, o bajar el demo de manera gratuita, para que se den un quemón.

Calificación final: 8.0