Reseña: NeverDead

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Esta industria tiene ya 40 años. A veces las ideas originales empiezan a escasear en los productos masificados y, no sólo eso, sino que también los altos costos de desarrollo hacen que cada vez sea más difícil lanzar nuevas propiedades intelectuales. El riesgo es alto, pero aún así hay juegos que toman esta decisión: tal es el caso de NeverDead, que no solamente es una nueva propiedad de Konami, sino que además presenta un concepto no muy común en la industria: un personaje inmortal.


Rebellion Developments ha desarrollado este juego de acción y Hack and Slash para Xbox 360 y PS3, cuya producción fue liderada por el creativo Shinta Nojiri, conocido por ser guionista, productor y director en varios títulos de Meat Gear Solid. También hay que mencionar que la canción principal, así como la música de NeverDead fueron compuestas por el grupo Megadeth —durante todo el juego oiremos piezas de rock y metal enfocadas a la acción que vemos en pantalla.

En NeverDead, tú controlas a Bryce Boltzmann, un caza monstruos que, después de un enfrentamiento con Astaroth, el rey de los demonios, pierde a su esposa y queda convertido en un ser inmortal. Una maldición para él, pero una bendición para nosotros, ya que el sistema de juego de este título gira entorno a esta premisa.

NeverDead rompe un gran paradigma en los videojuegos: la muerte. Dado que el protagonista es inmortal, los enemigos podrán cortarte a la mitad, podrás ser aplastado por escombros, ser electrocutado o volar en mil pedazos cuando explote un tanque de gas y nada de esto importará, ya que no hay forma de aniquilar al protagonista. La única manera de tener una pausa en el juego es cuando tu sexy compañera Arcadia fallece, no la revives a tiempo o también cuando no cuidas a algún otro personaje secundario durante la acción. También habrá unos molestos enemigos que intentarán absorber tu cabeza y, si esto sucede, tendrás que cumplir con un minijuego de precisión para quedar libre en el que es posible fallar. Si alguno de estos eventos ocurre, tendrás que reiniciar desde tu último punto guardado, pero estas mecánicas no obligan al jugador a estar repitiendo el mismo punto una y otra vez, como sucede en otros títulos donde hay secciones difíciles.

Este ritmo hace que, en general, NeverDead tenga las menores pausas posibles y se oriente hacía una experiencia febril de acción. Como no debes preocuparte por morir si juegas mal, tendrás un marco mental diferente. Y por eso aquí, precisamente, la palabra clave es libertad, que se traslada a las diferentes opciones que tienes en el sistema del combate. Sin embargo, en este punto radica la mayor falla de NeverDead, pues su sistema de juego no es lo suficientemente robusto como para soportar un cambio de paradigma tan radical como lo es no poder morir en un juego de acción. Luego de jugar unas horas, sentirás que esta ausencia de fricción es un aspecto que afecta la experiencia de manera negativa y el desmembramiento de tu cuerpo se vuelve una molestia, más que un reto.

La acción es dinámica, ya que tienes dos principales opciones para destruir a los demonios. Por un lado, podrás utilizar dos diferentes armas de fuego al mismo tiempo para disparar y, conforme vayas avanzando en la historia, adquirirás nuevo equipo. Las municiones abundan, por lo que el juego prácticamente te pide a gritos que no seas parco con tus balas. También podrás enfocarte en simplemente utilizar tu poderosa Butterfly Blade para rebanar a cuanto enemigo se ponga frente a ti. También, con tu espada podrás bloquear ataques para después contraatacar. Además, los escenarios son muy destructibles, por lo que existen muchas posibilidades para provocar derrumbes y dañar a los enemigos. Puedes romper pilares para que techos completos caigan sobre los demonios o perforar tanques de gas para que exploten y los vuelen en pedazos. Lo que busca NeverDead es que seas creativo en el combate y lo adaptes a tu estilo de juego; sin embargo, la naturaleza repetitiva de muchos enemigos rápidamente te hará recurrir al botonazo en lugar de la creatividad para acabar con ellos.

Dado que no puedes morir, no tienes propiamente una barra de vida, pero habrá un indicador en forma de ojo que cambiará de color de acuerdo a tu deterioro. Si recibes un daño excesivo, literalmente te desarmarás y solamente podrás controlar tu cabeza. Para recuperar las partes de tu cuerpo deberás arrastrarte hacia donde estén y rodar por encima de ellas para que quedes nuevamente completo o también puedes esperar un tiempo para regenerar una extremidad o tu cuerpo entero. Incluso hay algunos puzzles que, para resolverlos, será necesario separar tu cabeza y emprender una aventura por laberintos y plataformas. Estos momentos son bienvenidos para que la acción no sea tan monótona. Por desgracia, no son suficientes como para que en algunos puntos el título no se sienta muy repetitivo. La mecánica principal de muerte y regeneración pareciera no tener las piernas o el diseño de niveles suficiente como para mantenerse fresca durante todo el título.

Existe un sistema para comprar nuevas habilidades, que sirven principalmente para personalizar a Bryce de acuerdo a tu estilo de juego, ya sea más enfocado a la acción con la espada, a utilizar las armas de fuego o para lograr un balance entre las dos. Es un aglomerado de opciones flexible y que te motiva a que mates a la mayor cantidad de enemigos posibles para conseguir puntos y adquirir más mejoras.

Un detalle que puede ser un poco molesto para algunos jugadores es que, por momentos, los objetivos no son claros durante el juego, por lo que uno puede llegar a perderse buscando la salida o el siguiente paso en un nivel. NeverDead cuenta con un indicador para señalar hacia dónde hay que dirigirse, pero digamos que no es muy preciso, por lo que tendrás que arreglártelas tu mismo.

La historia y diálogos están razonablemente bien escritos… hasta ahí. No esperes grandes sorpresas o un final memorable. Lo mismo ocurre con los personajes. De todos, el que más destaca es el protagonista con su sarcasmo e irreverencias, mientras que los demás quedan relevados en segundo plano ya que son algo genéricos.

NeverDead es un título recomendable para aficionados no tan exigentes de los Hack and Slash o para aquellos que busquen una nueva experiencia en los títulos de acción y puedan tolerar el carácter repetitivo del título. Es un concepto interesante que esperamos pueda tener la oportunidad de ser más desarrollado en una futura secuela, pues en NeverDead su potencial parece no explotarse al máximo.

Calificación: 7.0