La baja de precio del 3DS, ¿error o movimiento necesario?

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Es el mes de mayo del 2006, Kaz Hirai acaba de anunciar que el PS3 costará $499 USD en su configuración más básica y $599 USD en la de 60GB. La gente no está feliz. Ken Kutaragi ya había dicho el año anterior: “Con el PS3, queremos que los consumidores piensen ‘trabajaré más horas para comprar uno’. Queremos que la gente sienta que lo quieren, a pesar de cualquier otra cosa”. Y salió el PS3 —el sucesor de la segunda consola más vendida de todos los tiempos. Sony se lo vendió al segmento de mercado conformado por los “hardcore gamers”, los compradores tempranos, los que querían la experiencia premium de ver películas en sus carísimos televisores HD gracias a la capacidad para reproducir Blu-ray de la consola, los que sí trabajaron horas extras para comprar un PS3.

Es marzo del 2011. El Nintendo 3DS sale a la venta por $250 USD. Es el sucesor de la consola más exitosa de Nintendo y la más vendida en la historia, el DS. El precio es sorpresivamente alto y la línea de lanzamiento, escasa. Parece que Nintendo está en una situación muy parecida a la de Sony con el PS3. Años antes, el Wii tomó por sorpresa al mercado y vendió tanto que tal vez Nintendo se preguntó “¿debimos haber cobrado más por la consola?” Hoy, Nintendo ha anunciado que bajará el precio de su nueva portátil a $169.99 USD. ¿Es el movimiento adecuado o es un error?

¿Cuál es la razón para comprar una consola o una portátil? Háganse la pregunta. ¿Por qué compraron su Xbox 360, su PS3, su Nintendo DS o su PSP?

Por su software.

Sí, el hardware es bonito. Sí, el 3D es algo genial. Sí, ver películas en Blu-Ray es increíble. Sí, agradezco el WiFi del nuevo modelo de Xbox 360. Pero todo eso es un obstáculo para ustedes y para mí. ¿A qué me refiero con eso? A que ustedes y yo queremos jugar Uncharted, queremos jugar Mario Kart DS, queremos Gears of War. Para poder disfrutarlos tenemos que comprar una consola. Si quiero jugar todos esos títulos tengo que comprar un PS3, un Nintendo DS y una Xbox 360. Malstrom tiene razón: El hardware es un obstáculo para acceder a nuestros preciados juegos. Yamauchi, ex presidente de Nintendo, dijo una vez: “la gente compra una caja para poder llegar a Mario”.

Si el Nintendo 3DS costara $99 USD pero sólo sirviera para jugar un título, ¿lo comprarían? Por supuesto que no, y mucho menos lo va a comprar su mamá o su abuelita. Los “no jugadores” que compraron un Nintendo de DS lo hicieron por el anuncio en el que salía Nicole Kidman jugando Brain Age, por Nintendogs y un montón de software más que les interesaba, no por sus dos pantallas o su capacidad gráfica. El software vende hardware.

Dicho lo anterior, el hardware sí importa. Su precio debe planificarse cuidadosamente, pues es la primera barrera a la que deben enfrontarse los consumidores. Una tendencia que no comprendo es la de vender el hardware con un precio inicial muy elevado. Claro, entiendo que, a medida que pasa el tiempo, el precio de los componentes baja y es posible reducir el precio de las consolas sin sufrir pérdidas. Sin embargo, creo que ese precio inicial elevado tiene otra causa más oscura.

Lo explicaré así: imaginen que los consumidores son monos encerrados en una jaula. El hardware es representado por bananas en una bandeja que sube y baja dentro de la jaula. No todos los monos son iguales. Cuando la caja está en su punto más elevado, los monos más flojos y gordos simplemente no prestan atención, pues no pueden alcanzarla. En cambio, los más pequeños y ágiles están felices, a pesar de todo el esfuerzo extra, por disfrutar antes que nadie de la fruta. Entonces, después de un tiempo, los cuidadores de la jaula deciden bajar un poco la bandeja para que más monos tengan acceso a esas bananas. El movimiento da resultado; sin embargo, los más flojos de todos piensan “todavía no vale la pena, seguramente bajarán todavía más la bandeja”. La altura de la bandeja de fruta es el precio del hardware.

Mi punto es: lo mejor hubiera sido colocar la bandeja en un punto accesible para todos desde el principio. Como bien señala Sean Malstrom, sigo sin comprender la tendencia reciente de todos los fabricantes de videojuegos de vender el mismo dispositivo por etapas. Primero siempre hay un precio premium que sólo los videojugadores más clavados aceptarán y pagarán. A medida que pasa el tiempo, una baja en el precio es inminente, es el momento de los videojugadores más normales, que no tienen problema en esperar un poco más a que salgan sus juegos favoritos para adquirir su consola. Y así llegamos hasta el punto más bajo en el precio: los jugadores casuales brincan de alegría y corren a comprar su montón de juegos edición grandes éxitos o su software que no tiene nada que ver con videojuegos.

¿Por qué no hacer una consola accesible desde el comienzo? El Wii costaba $249.99 USD cuando fue lanzado originalmente. El Nintendo DS costaba $149.99 USD. El DS es la consola más exitosa de Nintendo, el Wii es su consola casera que más ha vendido. Desde esta perspectiva, bajar el precio del 3DS tiene sentido y es el movimiento adecuado. Sin embargo, los consumidores que ya adquirieron la portátil (no son tan pocos, después de todo), pueden tener la idea de que les han tomado el pelo. Ha pasado tan poco tiempo desde el lanzamiento del 3DS que me pregunto qué hubiera pasado si Nintendo hubiera retrasado su lanzamiento hasta fines de este año.

Vamos a imaginar el escenario: Es septiembre, todos estamos emocionados por el Nintendo 3DS. No sólo cuesta $170 USD, sino que, como títulos de lanzamiento tenemos The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D y StarFox 64 3D. Está bien, no son tan geniales como software original, pero en noviembre podremos jugar Super Mario Land 3D y Mario Kart 7. Mega Man 3 viene en camino y es increíble, también ese otro montón de juegos que no han sido cancelados. El PS Vita se ve bien, pero cuesta $250 USD. La estrategia de Sony, lo sabemos bien, es vender hardware premium, de hecho es un buen precio por un hardware tan bestial. ¡Pero el 3DS sólo cuesta $170 USD! Ese precio atrae a todos los consumidores, desde los que están indecisos sobre si deberían comprarse la nueva generación de iPod touch o una portátil para jugar, hasta los que acamparán afuera de la tienda de Nintendo para ser los primeros en tenerlo. Fin de la suposición.

El Nintendo DSi se está vendiendo muy bien, incluso más que el 3DS. El PS Vita sale a fin de año. No había prisa. Ahora tenemos un panorama un poco negro: En la mente de los consumidores, una reducción de precio tan prematura significa “el producto no tuvo éxito, si espero más tal vez lo bajen todavía más de precio”. Los que ya compraron su 3DS están ofendidos por el precio que pagaron, no importa cuántos juegos les regales, el valor percibido de la portátil que acaban de comprar a meses de su lanzamiento ya se redujo en $80 USD. Seguramente habrá gente que corra a comprar su 3DS (serán muchísimos), o no sé. El movimiento de Nintendo es muy inusual: nunca, a cinco meses del lanzamiento, una consola de videojuegos había bajado de precio un 35%.

Así se ven cuando juzgan un juego sólo por ser de Xbox, PS3 o Wii

Así se ven cuando juzgan un juego sólo por ser de Xbox, PS3 o Wii

[Comienza el rant]

No quiero que me malinterpreten: no odio a Nintendo. Si lo odiara haría comentarios estúpidos y poco informativos del tipo “el Wii U es un iPad raro”, si lo odiara, simplemente no hablaría de él, ¿no creen? Es todo lo contrario, amo sus productos y sus juegos. Quiero que mejoren, quiero que la gente disfrute tanto de Nintendo como yo. Tal vez en el mundo pequeño y absurdo de mucha gente las cosas son o blancas o negras, pero yo sé que ustedes, queridos lectores, no son estúpidos. Los videojuegos se disfrutan más sin prejuicios. Casarse con una consola es lo más absurdo que pueden hacer. Después de todo, sólo son barreras para acceder a sus juegos favoritos.

[Fin del rant]

El nuevo precio del 3DS no obedece únicamente al agresivo precio del PS Vita, sino también a las condiciones del mercado móvil actual. El iPod Touch de 8GB cuesta $229 USD. Los $250 USD que costaba el 3DS no facilitaban las decisiones de compra, pero ahora cuesta $50 USD menos que el iDevice. Las compañías intentan vendernos dispositivos para ocupar nuestro tiempo de entretenimiento, que es muy limitado. Muchos incluso se preguntan si el surgimiento de los teléfonos inteligentes como plataformas viables de juego es una señal de que ya no hay espacio para portátiles dedicadas a los videojuegos. Creo que es muy pronto para emitir un juicio al respecto.

No exageremos la situación. A fin de cuentas, es sólo un movimiento de Nintendo para ajustar su estrategia y prepararse para el estado del mercado, que ha cambiado muy rápidamente estos últimos años. El precio del PS Vita es muy agresivo, la respuesta de Nintendo también. Las plataformas móviles no especializadas en videojuegos continúan aumentando la popularidad de las portátiles de videojuegos. Esos son los hechos. La rebaja de precio es, por un lado, muy inusual, pues históricamente ninguna otra compañía había hecho algo parecido. Sin embargo, desde otro punto de vista, podría parecer algo necesario dadas las condiciones actuales del mercado.

Sabremos la respuesta a fin de este año. El PS Vita también se enfrenta a un panorama muy complejo, sobre todo después del anuncio de Nintendo, que, a su vez, también está en una situación complicada debido a la ola de iDevices y dispositivos Android que inundan el mercado.

Según todo el panorama que acabo de exponerles, ¿qué opinan? ¿Error o movimiento necesario?